El obispo Palić en el Mladifest: Vivid sin miedo, vivid con alegría sabiendo que Jesús os acompaña

Fecha: 31.07.2023.

La última tarde del 34º Festival de Jóvenes en Medjugorje, en la memoria de los santos Marta, María y Lázaro, la santa misa fue presidida por mons. Petar Palić, obispo de Mostar-Duvno y administrador apostólico de Trebinje-Mrkanj. Fray Zvonimir Pavičić, párroco de Medjugorje, le agradeció por venir a Medjugorje y celebrar la santa misa de esta noche con 502 concelebrantes. Fray Zvonimir expresó su esperanza de que este tiempo de la renovación espiritual fuera un tiempo de gracia para los jóvenes.

Al llegar, el obispo Palić agradeció a fray Zvonimir Pavičić, a los sacerdotes de Medjugorje, a los peregrinos por haber venido, e invitó especialmente a los sacerdotes a mostrar a los jóvenes el camino recto en la vida.

Antes de la misa, fue presentado ante el altar un lienzo de cien metros de largo en el que los jóvenes en los últimos días escribieron sus peticiones.

Al comienzo de su homilía, Mons. Palić dijo que estaba feliz "de que hoy, como obispo de esta diócesis, al final del Mladifest de este año, celebro esta Eucaristía con vosotros".

Este 34º Festival de Jóvenes se celebra bajo el lema "¡Estos son mi madre y mis hermanos!" (Mt 12,49) De eso también habló Mons. Palić.

"Habéis venido aquí a este lugar sencillo y a esta parroquia sencilla, reunidos en torno al Señor Jesús, para aprender quién es el hermano, la hermana y la madre de Jesús, y quién es nuestro hermano, hermana y madre", dijo el obispo Palić, recordando al final del Festival de Jóvenes que la pregunta que resonó en todos en estos días era: ¿Quién es tu hermano, tu hermana, tu padre, tu madre?

"Sabemos que además de los lazos de sangre, hay otros vínculos que nos unen a los demás. Estamos aquí de diferentes partes del mundo. Aunque sabemos que no todos estamos relacionados por la sangre, pero todos sentimos que estamos unidos por un lazo interno, un vínculo espiritual que trasciende todas las fronteras. Aquí, junto a nosotros, están sentadas nuestras madres, padres, hermanos y hermanas. Por medio del Bautismo, por medio de los sacramentos que celebramos, por medio de la fe que profesamos, nos convertimos en miembros de la gran familia, la Iglesia de Jesús, que para muchos es y se convierte en un nuevo hogar, una nueva familia. Somos hermanas y hermanos porque estamos unidos por el deseo, el esfuerzo, la voluntad de hacer la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos.  Es por eso que un cristiano está alegre, contento, porque sabe que no está solo. Porque sabe que hay muchos que respiran igual, que piensan igual, que desean lo mismo: hacer la voluntad del Padre en su vida y construir el reino de Cristo", dijo Mons. Palić agregando que ese Reino en algunas situaciones y circunstancias no parece impresionante o poderoso y no tiene comienzos espectaculares.

Dado que hoy celebramos la memoria de los santos Marta, María y Lázaro, en su homilía, Mons. Palić también habló sobre su relación con Jesús y las visitas de Jesús a su casa.

Dijo que la vida puede ponernos grandes cargas, y las circunstancias nos pueden volver tan preocupados que nos olvidemos del tiempo que necesitamos para cultivar nuestra relación con Jesús, y citó al Papa Benedicto XVI diciendo: "Sin amor, incluso las actividades más importantes pierden su valor y no traen alegría. Sin un sentido más profundo, todas nuestras actividades se reducen a un activismo estéril y desorganizado".

"Para algunos de nosotros, los cristianos, el problema no está en lo que hacemos, sino en lo que no hacemos. El tiempo pasado con Jesús y con los hermanos y hermanas en la oración, en la celebración de los sacramentos, en la comunión eucarística no es tiempo perdido. Ese tiene que ser la primera prioridad o todo lo demás que hagamos se desmoronará. Nuestra primera responsabilidad como cristianos es sentarnos a los pies de Jesús. Si no lo hacemos, podemos hacer muchas cosas, pero nuestra vida se derrumbará", dijo el obispo de Mostar-Duvno, subrayando que "tener las prioridades de Dios significa que elegimos no solo lo que es bueno, sino lo que es mejor".

"No sé si vosotros elegisteis lo mejor viniendo a Medjugorje. Pero si, al venir aquí, quisisteis sentaros a los pies de Jesús, si permitisteis que su Espíritu os cambiara, que cambiara radicalmente vuestra vida, entonces estoy convencido de que habéis elegido la mejor parte que nadie os podrá quitar. En esto somos semejantes a otra María, la Madre de Jesús y Madre de la Iglesia, que siempre elegía estar en presencia de Jesús, incluso bajo la cruz.

Por lo tanto, vivid sin miedo, vivid con alegría sabiendo que Jesús os acompaña con su Espíritu y testimoniad que es hermoso vivir con Jesús y vivir para Jesús", concluyó el obispo de Mostar-Duvno, Mons. Petar Palić en su homilía en la misa de la última noche del 34º Festival de Jóvenes.

La Misa fue seguida por la Adoración ante el Santísimo Sacramento, y el día terminó con el envío en el que los representantes de todos los países recibieron el Rosario como regalo, e invitándolos a recibir el Rosario, fray Zvonimir Pavičić les dijo que fueran evangelizadores en su familia, su ciudad, su país ...

"Id, queridos jóvenes, al mundo, a vuestros países, a vuestras familias y comunidades parroquiales y dadles lo que habéis recibido aquí", dijo el obispo Palić antes de impartir su bendición al final de la jornada.

Este día, como todos los demás, había comenzado con la oración, las catequesis y los testimonios a las 9 de la mañana en el altar exterior de la Iglesia de Santiago Apóstol en Medjugorje. Josip Milković está ciego, con graves deficiencias auditivas, tanto sus brazos como una pierna fueron amputados, y su otra pierna fue herida, así como los órganos internos. El grave daño fue el resultado de la explosión de un artefacto en el campo de entrenamiento militar de Cerovac, cerca de Karlovac, donde como estudiante de la escuela de oficiales se sometió al último ejercicio de manejo de artefactos explosivos. Las heridas fueron graves, estuvo en coma durante 52 días y con pocas posibilidades de sobrevivir, pero a pesar de las graves lesiones continuó su vida como oficial del ejército croata.

Comparando su vida con la historia bíblica de Job, dio testimonio hoy, el cuarto día del 34º Festival de Jóvenes en Medjugorje. Junto a él, su madre Ana, también dio testimonio.  

Antes del testimonio, dio la catequesis la doctora Asja Palinić Cvitanović, y el día, como todos los demás en este retiro espiritual, comenzó a las 9 horas de la mañana con la oración matutina dirigida por el párroco de Medjugorje, fray Zvonimir Pavičić. El programa de la mañana finalizó con el testimonio del Padre Marcelo Marciano de Uruguay, quien se convirtió en Medjugorje y luego se hizo sacerdote. (FOTO)