Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 25. octubre 2011

¡Queridos hijos! Los miro y en sus corazones no veo alegría. Hoy yo deseo darles la alegría del Resucitado para que El los guíe y los abrace con su amor y con su ternura. Los amo y oro continuamente por su conversión ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado.”