LA MADRE DE DIOS – LA MEJOR TEÓLOGA PASTORAL

Fecha: 18.01.2010.

En Lourdes y Fátima, la Iglesia ha dado su juicio, su juicio final, después de que hayan terminado los acontecimientos. A eso se llegará antes o después, pero lo dejamos en las manos de la Madre de Dios… pienso que Medjugorje puede seguir su camino tranquilamente y con la confianza en que la Iglesia, la madre y Maestra, seguirá bien el camino por el que va. 

Con ocasión de la estancia del cardenal arzobispo de Viena, Christoph Schonborn, éste habló con Max Domej de “Gebetsaktion Wien”

Su excelencia, señor cardenal, es un enorme placer encontrarle a Usted en Medjugorje. ¿Podría decirnos qué es lo que le ha hecho venir aquí?
No podría decir exactamente cómo han ido las cosas para que se diera mi venida aquí. He oído hablar de Medjugorje desde hace muchos años, y aunque nunca he estado aquí, en nuestra diócesis y más allá he visto y experimentado los frutos de Medjugorje. Siempre decía lo mismo, lo que dice Jesús en el evangelio también: “Por los frutos se reconoce el árbol”. Al ver los frutos de Medjugorje en mi casa, puedo decir que el árbol seguramente es bueno. Voy a mencionar dos pequeños ejemplos.
En el aeropuerto, pasando el control de seguridad, un policía vio en mi billete que volaba a Zagreb. Me reconoció y me pregunto: “¿Usted va a Zagreb?”. Le dije: “Sí, y luego para Split, y Medjugorje”. Su rostro se volvió radiante y respondió: “¡Yo ya he estado en Medjugorje!”, y empezó ha hablar con entusiasmo de eso. Uno de la seguridad empezó a contar cómo la gente aquí sube al monte de la Cruz y sobre el ambiente que hay aquí…
Otro ejemplo: Muy pronto por la mañana estuve esperando en la estación el tren de cercanías. El director de la estación me reconoció. Empezamos la conversación, y él me confesó su gran tribulación: pues su mujer se había muerto de cáncer. Y enseguida añadió: “Pero mis amigos me llevaron a Medjugorje y eso me fortaleció en la fe.” Irradiaba una alegría desbordante…
Esos no son nada más que dos pequeños ejemplos entre muchas experiencias que he oído sobre Medjugorje. Repetiré lo que dije hace muchos años en una entrevista: si Medjugorje no fuera bueno, deberíamos echar la mitad de nuestros seminaristas, dado que muchas de nuestras vocaciones sacerdotales están relacionadas directa o indirectamente con Medjugorje.
Y ¿Cómo es que he venido a Medjugorje? Siempre he vacilado, dado que siendo cardenal soy una persona muy expuesta en la Iglesia, y dado que existen tantas controversias, y yo no quiero ser el motivo de las discusiones, y es conocida cuál es mi opinión sobre Medjugorje. Pero este verano, he estado en Saluzzo, visitando la Comunidad “Cenáculo”. Conozco a la hermana Elvira desde hace varios años, la quiero y respeto como a un testigo excepcional del Señor resucitado, y también sé lo profundamente relacionada que está la Comunidad “Cenáculo” con Medjugorje. En Saluzzo sentí  una seguridad interior de que había llegado la hora de ir a Medjugorje. Yo diría que es un impulso interior. Expresé el deseo de que mi visita fuera confidencial, simplemente quería pasar un tiempo en silencio y oración. No quería ocultar mi venida, pero tampoco quería que se hablara de ello largo y tendido. Simplemente quería venir al lugar donde la Virgen da tantas gracias.
Además, el año pasado Ivan Dragicevic estuvo en Viena, hablé con él, y este año Marija Pavlovic-Lunetti también. Los dos estuvieron en la catedral de San Esteban, para lo que les di el permiso. Los dos encuentros me impresionaron profundamente por la modestia, claridad, cordialidad y sencillez de esos dos videntes. Eso me conforto en la decisión para que en la sencillez y silencio viniera aquí.

Usted es dominico, y los dominicos son conocidos en la historia por la difusión del rosario. Aquí viene la Madre de Dios pidiéndonos rezar el rosario. ¿Cómo ve Usted el rosario?
Siendo dominico, en realidad todos los días debería rezar el rosario, y me siento incómodo al reconocer que en ese sentido no soy un buen dominico porque no consigo rezar el rosario cada día. Pero sí puedo decir una cosa: para mí el rosario siempre ha sido la oración de los pobres. Personalmente hablando, existen periodos de mayores angustias y estrechos temporales, en los que el rosario es como la cuerda por la que nos salvamos. Igual que al hacer montañismo necesitamos la cuerda, de la misma manera en la vida necesitamos el rosario. El sacerdote a través del cual conocí a los dominicos era un gran maestro de la escolástica, un verdadero tomista, neo-escolástico que me fascinó como intelectual, teólogo, pero al mismo tiempo como un devoto ferviente y un promovedor del rosario. Eso me atrajo a los dominicos. Y eso me tocó cuando todavía era un niño de 14 años. Por un lado la inteligencia del intelectual que está interesado en la filosofía y teología, y por otro lado esa devoción sencilla. Para mí es la característica principal de los dominicos, de Santo Domingo: Santo Tomas, su Summa, y el rosario.

Ayer, en la casa parroquial, donde los frailes le recibieron realmente de corazón y con alegría, Usted dijo que quería CONOCER LA PASTORAL de la Madre de Dios. ¿Podría explicarlo un poco?
Siempre me fascinaba eso de que la Madre de Dios tenía un método pastoral muy característico que de alguna manera no presta atención a los manuales y enseñanzas teológico-pastorales. Desde que era muy joven quería mucho Lourdes, y sigo queriéndolo. Y así es como yo me imagino esos acontecimientos: el obispo de la ciudad de Tarbes seguramente tenía sus planes pastorales y sus reflexiones, y entonces viene la Madre de Dios sin preguntar ni al obispo ni al párroco local, y se aparece en un lugar completamente imposible, en un agujero de una roca, en un río al que la gente no va siquiera, y a una niña analfabeta que no puede siquiera explicar lo que es la Santa Trinidad porque eso no consiguió aprenderlo en las clases de religión. Se aparece solo a ella, sin mas… y le da unas indicaciones precisas sobre lo que tiene que hacer, y sobre lo que tiene que decir a los sacerdotes: que hay que ir allí en procesiones, que hay que construir la capilla. Y entonces le manda escavar la tierra – y sale el agua… el plan pastoral de la Madre de Dios era muy preciso. Ella sabia exactamente lo que hacía. Eso no estaba previsto en el plan pastoral de la Iglesia, pero marcó la pastoral de Francia entera y a lo largo del mundo. En el Vaticano también existe una réplica de la cueva de Lourdes ante la cual reza el Papa. A lo largo del mundo existen las réplicas de la cueva de Lourdes, y va la gente del mundo entero y hace lo que la Madre de Dios les ha propuesto allí. Y todo eso a través de una niña, Bernardita, la vidente. Y la Iglesia lo reconoció.
Pensé entonces: quiero ver en realidad cómo es eso hoy en Medjugorje, cómo María nos guía paso por paso, cómo lo ha vivido la gente de aquí, esos comienzos en 1981. ¿Qué es lo que tiene pensado la Madre de Dios apareciéndose en ese monte imposible a un grupo de niños salvajes y empezando a darles unas indicaciones prácticas de la vida, y todo eso durante tantos años? Eso me parece realmente fascinante. Hay que pensar sobre la pastoral también, y puedo afirmar claramente que a lo largo del mundo la Madre de Dios evidentemente es la mejor teóloga pastoral. En la América Latina ha organizado verdaderas misiones a través de Guadalupe donde se apareció a un indio, ¡a un indio!, y le dijo lo que debía decir al obispo. Ella no se lo había dicho al obispo, sino a ese indio. En todos los países existen experiencias como estas, y los teólogos deberían de pensar seriamente sobre eso.

Por la postura del obispo local muchos fieles están desanimados, es más, eso les sirve de excusa y entonces quedan excluidos de esa pastoral. Igual que la América Latina entera está marcada por Guadalupe, pienso que desde este lugar también irradia una fuerza extraordinaria. De alguna manera habría que proteger de la burla a los fieles devotos…   
Pienso que no deberíamos preocuparnos en ese sentido. La Madre de Dios aquí también es la mejor diplomática. Ya en Caná de Galilea lo organizó todo de la mejor manera posible, pues Ella sabe cómo actuar en las dificultades, y lo está haciendo desde hace siglos. Nos dice: “¡Haced todo lo que Él os diga!” Está claro que nos aconseja que obedezcamos a la Iglesia. La instancia suprema de la Iglesia es la Santa Sede, el Santo Padre y su Congregación para la doctrina de la fe, que en realidad, es la última instancia con respecto a todas las cuestiones de la fe y la moral. La dirección suprema de la Iglesia nos ha dado unas directrices muy claras, no de parte del mismo Papa, sino de parte de la Congregación para la doctrina de la fe que confirmó claramente lo que en su momento dijeron los obispos de la antigua Yugoslavia, y que, sin duda alguna, siguen en pie como la norma para Medjugorje. Eso lo he repetido siempre, y esos textos son conocidos; existen tres elementos que son válidos hoy en día también, y dentro de ese marco veo mi visita a Medjugorje. En ese sentido mi venida no es nada extraordinario. La Santa Sede dice, de acuerdo con la declaración de los obispos de la antigua Yugoslavia de 1991:
Primero: Non constat de supernaturalitatae. Es una expresión que raras veces se usa, y significa que la sobrenaturalidad de los acontecimientos no está demostrada, pero es una fórmula clásica de la enseñanza de la Iglesia. No dice que la sobrenaturalidad esté excluida, sino que no está, o todavía no está finalmente confirmada, y eso por un motivo muy sencillo que yo sostengo. Yo soy miembro de la Congregación para la doctrina de la fe, y está claro que yo lo apoyaría si se llegara a una conversación sobre el tema. Es decir, mientras los fenómenos duren seguramente no se llegará a un juicio definitivo de la Iglesia, porque algo así nunca antes se ha hecho. Sobre Lourdes y Fátima, la Iglesia dio su juicio, el juicio definitivo, una vez que se terminaron los acontecimientos. A eso se llegará antes o después en este caso también, pero eso lo dejamos en las manos de la Madre de Dios. 
Segundo: está prohibido organizar peregrinaciones oficiales; es decir, yo no puedo organizar una peregrinación a Medjugorje a nivel de la diócesis de Viena. Esto está en relación lógica con lo que se ha dicho en el primer punto. Es decir, aún no hay un reconocimiento oficial, pero con esa formulación está claramente dicho que la sobrenaturalidad no está excluida.  La Iglesia ha dicho claramente: no está excluida. No está comprobada, pero tampoco excluida.
Tercero: lo que la enseñanza de la Iglesia dice claramente, también de acuerdo con los obispos de la antigua Yugoslavia, es que hay que acompañar espiritualmente a los peregrinos que vienen a este lugar. Eso significa que debe existir la pastoral para los peregrinos, y en eso ponen mucho esfuerzo, entre otros la Gebetsaktion Wien que se ocupa de los peregrinos, les acompaña, y sigue después de la peregrinación también, etc. Pienso que de esta manera Medjugorje puede seguir tranquilamente por su camino con la confianza en que la Iglesia, Madre y Maestra, seguirá bien el camino por el que se va. Yo aconsejaría la paciencia. La Madre de Dios tiene tanta paciencia con nosotros que desde hace 29 años muestra de una manera directa su cercanía y preocupación por la parroquia de Medjugorje  y por tantos peregrinos. ¡Podemos tener paciencia tranquilamente! ¡Veintinueve años es un periodo largo, pero ante Dios no lo es tanto!   

Es realmente increíble que los videntes tengan una aparición al año el resto de su vida…
Creo que la Gospa, y no en vano la llamamos así: la Señora, es simplemente independiente. Ella viene directamente del corazón de Dios, sus pensamientos y sus deseos están seguramente en armonía con la Santísima Trinidad. Si de esta manera desea expresar su cercanía, tal vez de por vida, seguramente tendrá buenos motivos para ello. Ya en este momento podemos decir que en estos veintinueve años Medjugorje no se ha hecho más débil, que no se ha estancado. Se podría decir, como ayer lo dijeron los frailes, incluso si ya no hubiese más apariciones, si no hubiese más fenómenos sobrenaturales de esta índole, la gente seguiría viniendo y experimentaría aquí la cercanía de Cristo y de la Madre de Dios de una manera poderosa, como en Lourdes, donde las apariciones acabaron hace 150 años, pero no cesó la cercanía de la Madre de Dios. ¡Cuánta gente en Lourdes experimenta la cercanía de la Madre de Dios, que trae un gran consuelo! Hace poco experimenté nuevamente lo mismo: cuando uno de noche va a la cueva y reza en el lugar donde Bernardita tuvo la aparición, simplemente puede decir: Ella está aquí. Y eso seguramente será así en el futuro también. Es un consuelo real ver todo lo que irradia desde este lugar por medio de su corazón y sus manos que bendicen.