Fray Goran Azinović en la cima del Križevac: No debemos renunciar a la Cruz

Fecha: 15.09.2021.

Con la solemne celebración eucarística, el domingo 12 de septiembre de 2021, se conmemoró la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz en la cima del Križevac, que tradicionalmente se celebra en Medjugorje el primer domingo después de la fiesta de la natividad de la Virgen.

Miles de feligreses y peregrinos de todas partes del mundo han estado en el Križevac este domingo. Subieron a la cima del monte y bajo la cruz escucharon la Santa Misa, así como millones de peregrinos que hasta ahora han escalado esta montaña. Han subido y con sus pies y cuerpos convirtieron la zarza y la piedra afilada de Herzegovina en senderos de peregrinación.

La Santa Misa fue presidida por el vicario parroquial de Čitluk, fray Goran Azinović, quien en su sermón habló sobre por qué Jesús eligió la cruz.

"El hombre se parece a la cruz cuando extiende sus brazos, y en aquella época crucificaban a la gente. Jesús vio lo que los romanos hacían a su pueblo y tomó este signo de humillación, que nadie quería, para mostrar él amor en este mundo. "De todo mal, líbranos Jesús", está escrito en la cruz del Križevac, y eso es lo que pedimos todos los días. Ofrecedle a Dios este sacrificio de subir el Križevac. No digáis que os quema el sol, qué clase de cristianismo es ése, si el sol nos molesta. Cristo ofreció un sacrificio mucho mayor, estuvo muriendo en la cruz durante tres horas", dijo fray Goran Azinović.

"Dichosos nosotros por tener la cruz, porque la última lucha en el mundo será contra la cruz. Cuando se quita la cruz, Jesús pierde, y mientras la cruz está de pie, Cristo gana, y vuestro deber es no avergonzaros jamás de la cruz", dijo fray Goran, destacando los ejemplos del cardenal Stefan Wiszynski y el cardenal Alojzije Stepinac y de otros obispos de los países del este, que se opusieron al comunismo y no se apartaron de Cristo ni de la Cruz ni un milímetro.  

Dijo que las cruces se construyen en la cima de la montaña, y no en el valle, porque en la montaña se puede ver la cruz y hay que subir hasta ella, y la cruz en el Križevac es un ejemplo de fe viva.

"No debemos renunciar a la Cruz. Todo sería mejor si la amáramos más, si la veneráramos más, si la quisiéramos más... Si la cruz no está en el centro de tu casa, no tendrás paz en ella. No se construye la casa para disfrutar en ella, sino para rezar en ella", dijo fray Goran refiriéndose a la frase de Stepinac "cuando nos quiten todo, aún tendremos las manos que podremos juntar y rezar".

También nos recordó que no nos salvaremos si renunciamos a la cruz.

"Es hora de convertirse. Dios te está buscando. Dios te está llamando. No es tarde para que tu familia se salve. Aquellos tiempos fueron más difíciles que estos. Las mujeres llevaban cemento en sus hombros para construir la cruz en el Križevac. Las abuelas cargaban ladrillos. Esa fue la verdadera fe”, dijo fray Goran, instando a todos a la santidad a ejemplo de    Stepinac y Wiszynski.

"Ay de nosotros si no somos santos, porque Dios no puede hacer nada con las personas que no son santas. Por eso, Jesús, no te hemos abandonado a pesar de que a menudo nos alejamos. Sálvanos por tu cruz y deja que la cruz sea glorificada en nuestra vida, para que cuando cerremos los ojos y nos vayamos de este mundo, lleguemos a ser santos", dijo fray Goran Azinović en su homilía.