Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 25. enero 1997

“¡Queridos hijos! Los invito a reflexionar sobre su futuro. Ustedes están creando un mundo nuevo sin Dios, solamente con sus propias fuerzas y es por eso que están insatisfechos y sin alegría en el corazón. Este tiempo es mi tiempo y por eso, hijitos, los invito de nuevo a orar. Cuando encuentren la unión con Dios, sentirán hambre de la palabra de Dios y sus corazones, hijitos, desbordarán de alegría. Darán testimonio del amor de Dios dondequiera que estén. Los bendigo y les repito que Yo estoy con ustedes para ayudarles. ¡ Gracias por haber respondido a mi llamado!”