Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 25. septiembre 1988

“iQueridos hijos! Los invito a todos, sin distinción, al camino de la santidad en sus vidas. Dios les ha concedido el don de la santidad. Oren, para que lleguen a conocerlo cada vez más y así ustedes podrán dar testimonio de Dios cada vez más con sus vidas. Queridos hijos, Yo los bendigo e intercedo por ustedes ante Dios para que su camino y su testimonio sean completos y se conviertan en una alegría para Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!”