Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 31. julio 1986

“iQueridos hijos! El odio engendra discordia y no distingue nada ni a nadie. Yo los invito a llevar siempre la concordia y la paz dondequiera que ustedes estén. Actúen siempre con amor. Que el amor sea siempre su único medio de defensa. Con el amor, transformen para bien todo lo que Satanás quiere destruir y tomar para sí. Sólo así serán ustedes completamente míos y Yo podré ayudarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 24. julio 1986

“iQueridos hijos! Estoy contenta por todos los que se hallan en el camino de la santidad. Les pido que ayuden con su testimonio a todos aquellos que no saben vivir el camino de la santidad. Por lo tanto, queridos hijos, que su familia sea el lugar en donde nazca la santidad. Ayuden a todos a vivir la santidad, especialmente en sus familias. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 17. julio 1986

“iQueridos hijos! Hoy los invito a meditar las razones por las cuales he permanecido durante tanto tiempo con ustedes. Yo soy la Mediadora entre ustedes y Dios. Por eso, queridos hijos, los invito a vivir siempre con amor todo lo que Dios les pide. Queridos hijos, vivan con la mayor humildad todos los mensajes que Yo les estoy dando. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 10. julio 1986

“iQueridos hijos! Hoy los invito a la santidad. Sin santidad, ustedes no pueden vivir. Por eso, con el amor, triunfen sobre cualquier pecado y , con el amor, superen todas las dificultades que se les presenten. Queridos hijos. les ruego vivir el amor en sus corazones. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 03. julio 1986

“iQueridos hijos” Hoy los invito a todos a la oración. Sin la oración, queridos hijos, ustedes no pueden sentir a Dios ni a Mí, ni las gracias que Yo les doy. Por tanto, los invito a que cada una de sus jornadas comience y termine con la oración. Queridos hijos, Yo quisiera guiarlos día a día cada vez más a la oración, pero ustedes no pueden crecer porque no lo desean. Los invito, queridos hijos, a dar siempre el primer lugar a la oración. Gracias por haber respondido a mi llamado!”