Mensajes de Nuestra Señora

Mensaje, 31. octubre 1985

“iQueridos hijos! Hoy los invito a trabajar en la Iglesia. Yo los amo a todos por igual y deseo que todos trabajen, cada cual según su capacidad. Yo sé, queridos hijos, que ustedes pueden pero que no lo hacen porque se consideran demasiado limitados e insignificantes para esas cosas. Sean valientes y ofrezcan pequeas flores a la Iglesia y a Jesús, para que todos podamos sentirnos satisfechos. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 24. octubre 1985

“iQueridos hijos! Día tras día quiero revestirlos de santidad, de bondad, de docilidad y de amor a Dios, a fin de que día a día ustedes sean más bellos y estén más dispuestos hacia su Seor. Queridos hijos, escuchen y vivan mis mensajes. Yo deseo guiarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 17. octubre 1985

“iQueridos hijos! Cada cosa tiene su tiempo. Hoy los invito a comenzar a trabajar en sus corazones. Todos los trabajos han terminado. Ustedes encuentran tiempo para limpiar hasta los rincones menos importantes, pero hacen a un lado su corazón. Trabajen más y, con amor, limpien cada rinconcito de su corazón. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 10. octubre 1985

“iQueridos hijos! También hoy quiero invitarlos a vivir los mensajes en la parroquia. Quiero invitar particularmente a los jóvenes de esta parroquia que me es tan querida. Queridos hijos, si ustedes viven los mensajes, vivirán la semilla de la santidad. Como su Madre, Yo deseo llamarlos a todos a la santidad para que ustedes puedan comunicarla a otros. Ustedes son un espejo para los demás. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje, 03. octubre 1985

“iQueridos hijos! Deseo invitarlos a que agradezcan a Dios todas las gracias que El les ha dado. Dénle gracias a Dios por todos Sus dones y glorifíquenlo. Queridos hijos, aprendan a ser agradecidos en las cosas pequeas y así sabrán dar gracias también por las cosas grandes. Gracias por haber respondido a mi llamado!”