Neum 1998

9. - 13. 03. 1998.

NUEVOS MOVIMIENTOS Y COMUNIDADES ESPIRITUALES - LA CUESTION ACERCA DE LA VOCACION Y DE LA MISION DE LA IGLESIA DE HOY - Marianne Tigges
ES MEDJUGORJE UN MOVIMIENTO ESPIRITUAL EN EL AMBITO DE LA IGLESIA? - Dirk Grothues
MEDJUGORJE Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN - Ivan Dugandžić


Dr. Marianne Tigges, nacida el 15 de febrero de 1942, en Haagen, Vestfalija, Alemania. En 1957 se recibe en la Facultad de Filosofía de la Universidad Wilhelm de Vestfalija en Münster (pedagogía / teología / filosofía). Hasta el ańo 1979 trabaja en Africa Oriental; desde 1979 hasta 1983 trabaja como relatora en la misión papal MISSIO en Aachen, y desde 1983 hasta 1987 trabaja como refelatora en la central de la pastoral de la Conferencia episcopal de Alemania para la "Vida espiritual, vocación espiritual, servicios eclesiásticos". Desde 1987 hasta 1991 es la encargada de las relaciones con los movimientos y comunidades espirituales en la Conferencia episcopal de Alemania. En 1991 es nombrada secretaria de la Comisión episcopal para vocaciones espirituales y servicios eclesiásticos.

Dirk Grotheus - nacido en 1928, fue ordenado sacerdote en 1955, en Münster, Alemania. Ha sido capellán en una comunidad de trabajadores, profesor de religión en escuelas secundarias, consejero espiritual en una clínica para medicina psicosomática, consejero en una institución para problemas familiares y matrimoniales, clérigo en comunidades espirituales. Desde 1968 hasta 1995, ha sido colaborador teológico del periódico diocesano "Kirche und leben" y rector de la Casa provincial de religiosas en Münster. A partir del 1987 es consejero espiritual en el "Zentrum Maria, Königin des Friedens, Medjugorje". Colabora en simposios teológicos, y en publicaciones que se relacionan con las apariciones y mensajes de Medjugorje.

Dr. Fr. Ivan Dugandzic - sacerdote franciscano, miembro de la Provincia franciscana de Herzegovina. Nacido en 1943 en Krehin Grac, municipio de Citluk, Herzegovina. Después de terminada la escuela secundaria en Dubrovnik, en 1962 entra a la orden franciscana. Cursa sus estudios de Teología en Sarajevo y Königsteinu (Alemania). Es ordenado sacerdote en 1969. Cursa sus estudios de postdiploma y obtiene un doctorado de Ciencia Bíblicas en Würzburg (Alemania). A partir de 1990 vive y trabaja en Zagreb. En la Facultad de Teología y en sus institutos enseńa exégesis del Nuevo Testamento y Teología bíblica. Publica sus trabajos en revistas teológicas especializadas. En los periódicos religiosos elabora de manera moderna diversos temas bíblicos. En Medjugorje ha vivido y trabajado en dos oportunidades; desde 1970 hasta 1972, y desde 1985 hasta 1988.

El seminario formativo de oración para líderes de grupos de oración y de peregrinos, y para responsables de los Centros de Paz de todo el mundo, fue realizado en Neum del 9 de marzo al 13 de marzo de 1998. En el trabajo del seminario, cuyo tema fue "El movimiento espiritual de Medjugorje", participaron 150 personas provenientes de 17 países. El objetivo de estos seminarios, que se realizan cada ańo desde hace cinco ańos, es llegar a un mejor conocimiento e intercambio de experiencias de todos los que trabajan con peregrinos de Medjugorje y en sus ambientes.

Finalizado el seminario, fue emitida una Declaración conjunta.

D E C L A R A C I O N

Unidos en oración, 150 líderes de grupos de oración de 17 países, hemos escuchado las conferencias sobre los movimientos espirituales en general (Marianne TIgges de Bonn), el movimiento espiritual de Medjugorje en la Iglesia de hoy (Dirk Grotheus de Muenster) y la contribución de Medjugorje a la nueva evangelización (Ivan Dugandzic de Zagreb).

En virtud del trabajo de los diversos grupos idiomáticos, y de las conversaciones con los conferenciantes hemos llegado a las conclusiones siguientes:

  1. Estamos agradecidos a Dios porque en nuestros tiempos da a Su Iglesia nuevos impulsos del Espíritu que a veces llegan a ser verdaderos movimientos espirituales. Nos sentimos felices por el hecho de que Medjugorje también pueder ser caracterizado como un movimiento espiritual en la Iglesia de hoy.
  2. Consideramos que es nuestro deber preservar la autenticidad del movimiento espiritual de Medjugorje y ofrecer un testimonio de vida cristiana auténtica fundada en los mensajes de la Virgen, los cuales expresan la esencia del Evangelio, a fin de que podamos dar nuestro aporte a la renovación de la Iglesia.
  3. Con el fin de que el movimiento espiritual, surgido de los mensajes de la Virgen, cobre un significado aún mayor, ha sido destacada la necesidad de extender el camino de la paz en el mundo y en la Iglesia local a la que la parroquia de Medjugorje pertenece.

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Dr Marianne Tigges

NUEVOS MOVIMIENTOS Y COMUNIDADES ESPIRITUALES - LA CUESTION ACERCA DE LA VOCACION Y DE LA MISION DE LA IGLESIA DE HOY

Indice temático

  1. Introducción: Nuevas formas de vida evangélica como don del Espíritu Santo y "signo de los tiempos"
  2. Intento de análisis del estado actual de las cosas
  3. Innovaciones espirituales como expresión de la "Ecclesia semper reformanda"
  4. Elementos en común de los nuevos movimientos espirituales
    1. Espiritualidad y experiencia de fe
    2. Evangelización y catequesis
    3. Comunidad y fraternidad
    4. Tareas en el mundo y misión
    5. Nuevas relaciones entre laicos y el clero
    6. Nuevas formas de clericalismo
  5. Problemas y dificultades probables en los nuevos movimientos religiosos
  6. Promoción y coordinación del Apostolado de los laicos a través del Consejo Papal para los laicos
  7. Conclusión: Renovación espiritual como tarea permanente de todos los cristianos

1. Introducción: Nuevas formas de vida evangélica como don del Espíritu Santo y "signo de los tiempos"

Cuando se habla de signos particulares evidentes de esperanza en nuestra Iglesia actual a menudo se menciona a los nuevos movimientos y comunidades espirituales. Y esto con razón, puesto que éstos representan una respuesta cristiana originaria al desafío de la situación culturológica de la fe (ver. Medard Kehl SJ, "Communio"una visión que se destińe? en: Stimmen der Zeit, núm. 7/1997,453.)

Los documentos conciliares han colocado siempre en primer plano la unidad de todo el pueblo de Dios en la misión y la vocación de la Iglesia en el mundo. También los sínodos episcopales de este último decenio han puesto de relieve la unidad en la Iglesia como un don del Espíritu en la abundancia de carismas y formas de vida: la vocación y misión de los laicos (1987), la formación de los sacerdotes en el contexto del momento actual (1990) y la vida consagrada a Dios (1994).

La siguiente descripción procurará determinar el lugar ocupado por los nuevos movimientos y comunidades espirituales; posteriormente se describirán las características más importantes y los elementos en común, pero también daremos a conocer los problemas y dificultades probables. Estas reflexiones desean presentar también la posición central de la Iglesia desde el punto de vista canónico que acertadamente puede ser denominada el preámbulo de todas las formas de apostolado de los laicos. En el nuevo código de derecho canónico de 1983 en el canon 215 está escrito: "Los fieles pueden fundar libremente y dirigir asociaciones de beneficiencia y religiosas o para la promoción de la vocación cristiana en el mundo, y realizar reuniones para la consecución conjunta de estos objetivos." Este derecho a la asociación y actividad conjunta había sido ya establecido por el Concilio Vaticano II en el decreto sobre el apostolado de los laicos "Apostolicam actuositatem" (ver AA 19). El representa una base legal para todos las formas de asociación de personas en la Iglesia, a partir de reuniones no fijas hasta las formas más elevadas de vida comunitaria, como por ejemplo, las órdenes y los institutos seculares.

2. Intento de análisis del estado actual de las cosas

En estos últimos ańos ha aumentado considerablemente el interés por los así llamados "movimientos de renovación o de innovación espiritual" en el interior de la Iglesia cristiana. Las nuevas comunidades espirituales también oficialmente están recibiendo cada vez más atención ya que han aumentado numéricamente y poco a poco han ido cobrando mayor importancia (ver. P.J. Cordes, "En el centro de nuestro mundo", Freiburg 1987, págs. 13 y sigs.). A nivel eclesiástico mundial, los nuevos movimientos y comunidades espirituales reciben el reconocimiento y el estímulo del Sínodo episcopal de 1987, en el cual se discutió acerca de la vocación y de la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo. La Carta Apostólica postsinodal "Christifideles Laici" del papa Juan Pablo II publicada el 30 de diciembre de 1988, en estos momentos es sin duda el punto más importante al que nos podemos referir en cuanto a todas las cuestiones que se relacionan con la vocación y la dignidad de los laicos, su unidad y participación en la misión de la Iglesia. (Ver. "Laicos Hoy", Servicio de Información del Consejo Papal para los laicos, 18 (1996.), pág. 2).

Los nuevos movimientos espirituales son grupos en los que sobre todo los laicos, pero también clérigos y religiosos, aspiran a una vida religiosa intensa en comunidad, es decir, a una renovación religiosa en la Iglesia. Su organización supera los marcos locales y muestra una extensión regional de dimensiones variadas.

Las características de estos movimientos nos hacen pensar que estos grupos ya en sus estructuras se diferencian minímamente de las formas existentes de comunidades eclesiásticas. Determinar las diferencias con respecto a los otros grupos no es siempre tarea fácil. Ellos se diferencian de las órdenes clásicas y de las instituciones religiosas modernas por el hecho de que no se fundamentan en decisiones de vida tan radicales como aquellas que hallamos en las comunidades religiosas, vinculadas a votos perpetuos; también existen menos elementos institucionales y normativos. En gran parte se acercan a los institutos seculares que fueron fundados oficialmente después de la Segunda Guerra mundial en la Iglesia Católica, sin embargo, tampoco presentan una forma de vida delineada tan firmemente como la de éstos. El término "movimiento" es adecuado puesto que designa una forma flexible de comunidad: éstos están estructurados más firmemente y tiene más obligaciones que los grupos espontáneos pero no son tan obligativos como las asociaciones, círculos y similares. Es entendible por sí mismo que estos movimientos presentan formas tan diferenciadas y múltiples que no es fácil encontrar un común denominador en cuanto a sus contenidos.

Una mirada al origen de estos nuevos movimientos nos revela que éstos surgieron preferentemente en Europa: Comunione e Liberazione en Milán, en el 1954; el primer Cursillo se realizó en 1949, en la isla de Mallorca, Espańa; los grupos de matrimonios Equipes Notre Dame surgieron en 1938, en París; el movimiento de los Focolarini surge en Trento, en el 1943; El Movimiento internacional de mujeres cristianas - Gral surge de una comunidad femenina laica fundada en Holanda en el 1928; los seminarios para matrimonios Marriage Encounter se desarrollaron en Barcelona, en el 1953; el camino neocatecúmeno tiene su inicio en 1965, en Madrid; el movimiento de Schönstatt se remonta a una Consagración a la Madre de Dios, que fue realizada en 1914 en Vallendar, en Alemania.

El contexto europeo se aplica también para las comunidades espirituales que se fundamentan en la espiritualidad de un orden religioso: la Comunidad Franciscana se considera llamada a seguir a Cristo en el espíritu de San Francisco de Asís; la Comunidad de Vida Cristiana desea renovar la herencia dejada por el espańol Ignacio de Loyola; la Comunidad Dominicana vive en el espíritu del fundador de la orden de los Dominicos, Santo Domingo y la Comunidad teresiana-carmelitana vive en estos tiempos la herencia dejada por los fundadores de la orden, Santa Teresa de Avila y San Juan de la Cruz.

Para los nuevos movimientos espirituales en Alemania, la aceptación de los impulsos espirituales de otros países europeos siempre ha necesitado de un alto nivel de sensibilidad y tolerancia; no sólo con respecto a las barreras idiomáticas. Numerosos contactos e iniciativas a nivel internacional ofrecen a los cristianos de Alemania la oportunidad de poder vivir su fe entregados a los demás, y con eso, vivir "más católicamente".

Para Europa, que cada vez más se está convirtiendo en una comunidad, su zona oriental representa un desafío particular en cuanto a descubrir nuevos caminos de evangelización. Los nuevos movimientos espirituales deberían ser una contribución indispensable para esta tarea.

3. Innovaciones espirituales como expresión de la "Ecclesia semper reformanda"

El concepto de una Iglesia que necesita de una renovación continua ha marcado significativamente la historia de la Iglesia a través de los siglos. Siempre y desde el principio ha habido dentro de la Iglesia innovaciones provenientes de aquellos que han procurado vivir radicalmente el Evangelio (por ejemplo, la fundación de órdenes de parte de Benito de Nursia, Bernardo de Clairvaux, Francisco de Asís e Ignacio de Loyola).

La imitación de Cristo durante siglos estuvo vinculada principalmente a la espiritualidad de las Ordenes. Una "espiritualidad laica" particular se desarrolló recién en el siglo XX. El concepto del Pueblo de Dios como "raza elegida" y "reino de sacerdotes" (1 P 2,9) ha sido descubierto nuevamente. La mayoría de los movimientos espirituales fueron fundados antes del Concilio Vaticano II; el Concilio influyó poderosamente sobre estos movimientos y su vitalidad. Aquí se pueden sólo brevemente mencionar algunos temas en común como puntos de referencia: la doctrina del Pueblo de Dios que recorre el camino de la historia, del Cuerpo de Cristo en la unidad y diversidad de todos sus miembros, del valor de los carismas particulares y dones en la Iglesia, del significado primordial del sacerdocio comunitario de todos los fieles, de la interacción mutua de laicos y clérigos. Estas relaciónes se pueden probar irrefutablemente con un texto central. En la Constitución sobre la Iglesia "Lumen gentium" se dice acerca de los carismas: "Además, el mismo Espíritu Santo no sólo santifica al Pueblo de Dios por medio de los sacramentos y ministerios, lo guía y adorna con virtudes, sino también lo hace mediante sus dones "el cual reparte a cada uno según quiere" (1 Co 12,11); también reparte gracias especiales entre los creyentes de cada estrato social, que los capacitan para recibir responsabilidades y emprender obras diversas para la renovación y un mayor desarrollo de la Iglesia, según aquello: "En cada uno el Espíritu revela su presencia con un don que es también un servicio" (1 Co 12,7). Estos dones de la gracia, sea que se refieran a los más grandiosos o a los más simples y de difusión generalizada, dado que se adecúan particularmente a las necesidades de la Iglesia y, por tanto, son útiles, es necesario aceptarlos con agradecimiento y alivio" (LG 12).

De este texto del concilio, que es ciertamente uno de los testimonios más significativos acerca de la renovación, que se manifiesta a través del Concilio Vaticano II, llega a ser claro lo que se entiende por el término "espiritual" vinculado al sintagma "movimiento espiritual": una realidad guiada por el Espíritu y modelada por los carismas que se hace viva en el campo de la fe, la esperanza y el amor.

Indicios de que los nuevos movimientos espirituales están en relación estrecha con las grandes fuerzas fundamentales de la renovación postconciliar y con muchas otras tendencias de la vida de la Iglesia actual, cuyas actividades se complementan mutuamente, aparecen frecuentemente en declaraciones y documentos de la Iglesia. La declaración de la Conferencia Episcopal de Alemania con respecto a los lineamientos para el Sínodo episcopal de 1987, menciona, como las más importantes y fundamentales formas de comunidad en el apostolado de los laicos, a las asociaciones católicas clásicas, los movimientos espirituales y las comunidades de base (ver Declaración 2.5, publicada por el Secretariado de la Conferencia Episcopal de Alemania, indicación 45, 2 de mayo de 1986, págs. 18 y sigs.). La Carta Apostólica postsinodal "Christfideles Laici" (CL), resalta la riqueza de los dones que el Espíritu hace revivir en la Iglesia como un elemento para reunir a los laicos (ver loc. cit. n. 29). De esta manera, las nuevas comunidades espirituales están en el centro de la vida de la Iglesia, participan en su autorealización multilateral, y son Iglesia en un sentido original. El análisis de su estructura inmediatamente nos lleva a las cuestiones de tipo legal, es decir, a su relación con los miembros asociados de la vida eclesiástica y con el ministerio espiritual. El nuevo Derecho canónico creó a este fin un extensa gama de posibilidades de realización que aún no se han agotado (ver. CIC 1983., Can. 113-123, 215, 223, 298-329).

El Sínodo Episcopal de 1994 discutió sobre "la vida consagrada a Dios y su misión en la Iglesia y en el mundo". Ya en los documentos preparatorios fueron descritas "las nuevas comunidades y las formas renovadas de vida según el Evangelio". La Carta Apostólica postsínodal "Vita Consecrata" que fue presentada el 25 de marzo de 1996, une la descripción de las nuevas comunidades con la indicación de que las nuevas asociaciones no constituyen una alternativa a las instituciones precedentes, sino un don del Espíritu que se manifiesta con los signos de los tiempos y que son fuente de unión y renovación permanente de la vida (ver. VC No. 62).

4. Elementos en común de los nuevos movimientos espirituales

Entre las variadas y múltiples formas de innovaciones y movimientos espirituales podemos hacer resaltar - con cierta reserva - algunos perspectivas comunes que se repiten siempre. Estos elementos en común tienen en las diversas comunidades un peso diferente (ver. M. Tigges, Nuevos movimientos espirituales - la cuestión de la vocación y de la misión de la Iglesia de hoy, en: Ordenskorrespondenz 3/1987, págs. 291 y sigs.).

4.1 Espiritualidad y experiencia de la fe

Los diversos grupos y movimientos están unidos por un interés común hacia la espiritualidad. No se trata en primer lugar de iniciativas y programas, de eficiencia y estrategia, sino en primer lugar de la renovación del pensamiento y de la voluntad humana con el Espíritu del Evangelio. Esta espiritualidad se vincula frecuentemente a los grandes modelos y maestros de la vida espiritual y no es raro que se sirva de técnicas y formas de prácticas de meditación y oración nuevas sino que también de tradicionales. Algo en común para estos movimientos espirituales sería la búsqueda de la experiencia de la fe. Ellos no desean conformarse con un conocimiemto externo de fórmulas y conceptos, sino que - dicho en el espíritu de la tradición clásica - desean experimentar en su interior lo que proviene de Dios.

De la experiencia de la fe en la comunidad emerge una lengua común que constituye ella misma una presuposición fundamental para el testimonio de la fe en público. Prácticamente en casi todos los grupos, la lectura de la Santa Escritura y las conversaciones bíblicas desempeńan un gran papel. La renovación de la función religiosa en grupos pequeńos y también en comunidades más grandes, como también la nueva evaluación de los sacramentos pertenecen a este tipo de espiritualidad que es considerada una parte integrante de la Iglesia.

Algunos grupos aspiran particularmente a una comprensión más profunda del Bautismo: la renovación del Bautismo cumple para ellos un papel decisivo (Renovación carismática, movimiento Cursillos, Comunidad Neocatecúmena).

El propósito fundamental de los diversos grupos de matrimonios (Equipes Notre Dame, Marriage Encounter) es renovar la experiencia del sacramento del Matrimonio.

En estas comunidades se descubre nuevamente el sacramento de la Confesión. El camino evolutivo, que comienza con una confesión breve y esquematizada y se desarrolla hacia el coloquio penitencial, el asesoramiento y dirección espiritual, ha llegado a ser un realidad evidente para sus miembros.

El sacramento de la Confirmación y la Unción de los enfermos ha adquirido un nuevo significado especialmente en la Renovación Carismática.

Finalmente, en estos grupos cristianos intensivos surge nuevamente el sentimiento de la necesidad y del carácter de entrega de las vocaciones espirituales. Numerosos jóvenes pertenecientes a estos movimientos han decidido entregarse al servicio eclesiástico (ver. Carta Apostólica postsinodal "Pastores dabo vobis" del 25 de marzo de 1992, núm. 68).

La experiencia espiritual, además de reflexión y dirección espiritual, además de momentos de silencio, necesita también de una continua formación, si acaso no desea permanecer limitada a una interioridad subjetiva. Es por eso que los movimientos se procupan de mantener informados y ayudar adecuadamente a sus miembros por medio de reuniones periódicas o epistolarmente (apuntes de trabajo y revistas mensuales).

4.2. Evangelización y catequesis

La "evangelización" en idioma alemán es un concepto relativamente joven que en estos últimos ańos está siendo usado cada vez con mayor frecuencia en los artículos teológicos, en la catequesis y en las homilías (ver. entre otras cosas, la Carta Apostólica del Papa Pablo VI sobre la evangelización en el mundo actual "Evangelii nuntiendi" del 8 de diciembre de 1975; la Carta Apostólica "Christifideles laici" del Papa Juan Pablo II, especialmente los números 34 y 44; ver el artículo "Evangelización" en el Diccionario de Teología e Iglesia, tomo 3, columnas 1033 - 1036, Freiburg 1995.).

Los nuevos movimientos espirituales dan importancia a la realización de las tareas vinculadas al anuncio del Evangelio, especialmente en los sectores donde la Iglesia únicamente mediante el testimonio apostólico de los laicos puede llegar a ser "la sal de la tierra" (ver declaraciones del Concilio Vaticano II sobre el Apostolado de los laicos LG 33).

Por una falta de una catequesis verdadera surgieron, por ejemplo, el movimiento Neocatecúmeno y los Cursillos que estan abiertos tanto a los cristianos comprometidos como también a los así llamados "alejados". Estos son caminos nuevos e inusitados mediante los cuales el Envangelio se sigue difundiendo. Los efectos obtenidos de estos intentos han demostrado que éstos representan una verdadera ayuda para que la tarea de Cristo se cumpla en estos tiempos. Entre otras cosas, esto se ve por el hecho de que la valentía demostrada en la confesión de la fe - que viven miembros de los grupos y los grupos mismos - especialmente los jóvenes, abre el acceso al mensaje cristiano. En el ámbito de la renovación carismática se ofrecen cada vez con mayor frecuencia "lecciones espirituales sobre la Biblia" y "lecciones de vida y de fe". Para que la evangelización sea auténtica, los movimientos espirituales - según sus carismas particulares - acentúan y promueven la unidad interior entre la vida práctica y la fe de sus miembros.

4.3. Comunidad y fraternidad

Es característico para los movimientos espirituales el estar en conocimiento del hecho de estar, como creyentes, recorriendo juntos un camino. La cita bíblica "Pues donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, ahí estoy yo en medio de ellos." (Mt 18,20) para algunas comunidades ha llegado a ser un principio guía; únicamente por Cristo y en El es posible la existencia de una verdadera comunidad y una atmósfera fraternal. La experiencia de comunidad en nombre de Jesús no es una finalidad en sí. Desde un comienzo, ésta está abierta para los demás. En este sentido, el grupo, precisamente, la comunidad espiritual concreta puede ser considerada como una "Iglesia en pequeńo" (ver. LG 11, GS 48, AA 11, Carta Apostólica "Familiaris consortio", No. 49 y otros). Así, el concepto de Iglesia como "Communio" llega a ser una realidad visible y experimental.

En consecuencia, tal vida en una comunidad espiritual está caracterizada por la fraternidad. Hace parte necesariamente de un círculo que se extiende ampliamente. Está en conocimiento de la seguridad y la cercanía del grupo circundante, recibe a veces la solidaridad de las comunidades más grandes: especialmente para la Iglesia esto significa un catolicismo e internacionalidad generalizados. Es por eso que muchos movimientos espirituales van a "las calles y a los recintos", a la periferia y a las zonas marginales de nuestras vidas. La fraternidad llega a ser servicio. El camino hacia Dios es a través del hermano y la hermana.

La tarea primordial es realizar la cristiandad en la vida cotidiana. Las diversas reuniones de grupo sirven de ayuda e incentivo. Los intercambios personales, las correcciones y el incentivo, pero ante todo, la experiencia de que el hombre no está solo en sus propósitos y el sentimiento de que está unido a otros y recibe el apoyo de éstos, son factores que dan al individuo nuevas fuerzas para enfrentar sus diversas tareas. Para la sociedad materialista y de consumo de hoy, la aspiración hacia la pobreza tal como es vivida por muchos miembros de los movimientos espirituales, debería representar un testimonio particularmente actual.

Muchos movimientos espirituales, por ser comunidades abiertas, tienen tendencias ecuménicas. Así por ejemplo, el "Centro de vida Ottmaring" en Augsburgo surgió por iniciativa de los Focolarini y como lugar de encuentros ecuménicos.

4.4 Tareas en el mundo y misión

Esta fraternidad no es sólo - como se ha visto - limitada a un grupo sino que se extiende también a todas las personas. La misión se dirige primeramente a las personas que necesitan ayuda, y secundariamente se toman en consideración las estructuras políticas y sociales. Esto es evidente en las tareas de servicio. Una de las características de los nuevos movimientos es que su acción en el mundo no puede ser separada de su espiritualidad. La contemplación y la lucha, usando las palabras de Roger Schutz de Taize, son indivisibles. El servicio dirigido al mundo y el servicio de salvación se diferencian pero se necesitan mutuamente y ejercen una función mediadora complementaria. Ciertamente es evidente un elemento crítico que surge en esta forma de tarea dirigida al mundo: el compromiso con el mundo está relacionado al mismo tiempo con un apartamiento. Con respecto a la sociedad abierta, a sus necesidades e intereses, existe una extremada prudencia. Aunque el mundo es el lugar de la espiritualidad caracterizada por la fe, la esperanza y el amor, éste sigue ocupando el penúltimo lugar. De tal manera la tarea en el mundo de las nuevas comunidades espirituales subsiste siempre como un proyecto alternativo, lo que seguramente las relaciona con algunas tendencias presentes en ciertos grupos de las subculturas de hoy. Esto se hace evidente, por ejemplo, en la búsqueda de formas de estilos alternativos de vida. Pero también sobre ellos influye la fuerza motriz espiritual como es evidente, por ejemplo, en la praxis ya experimentada muchas veces de los "días de desierto". Un empeńo verdadero en el mundo depende de una tendencia escatológica a la renuncia. En esto hallamos puntos en común con las órdenes clásicas y los institutos seculares (ver. y VC 62).

4.5. Nuevas relaciones entre laicos y el clero

Los laicos en mayor o menor medida son los sostenedores principales de los nuevos movimientos espirituales aunque muchos sacerdotes han cumplido o cumplen un papel pionero en ellos. La tarea de sus responsables es principalmente ejercitar el carisma del liderazgo en vez de encargarse de la administración de un servicio. Frecuentemente en los movimientos encontramos una coordinación que realiza un equipo de guías. Sin duda, en los nuevos movimientos espirituales se desarrolla un cierta renovación del Apostolado de los laicos. Además, los movimientos espirituales permiten una nueva relación entre los laicos y el clero. Ellos no están en bandos opuestos como diferentes "clases". Ellos, ante todo, se encuentran en el campo de la fe cristiana vivida en común. El sacerdocio común de todos los creyentes crea una unión fraternal fundamental que naturalmente permite tareas diversas y funciones, más aún, exige su reconocimiento. Frecuentemente la contraposición infructuosa entre institución y carisma, entre servicio y laicado afloja puesto que en el hecho de vivir el "ser cristiano" se crea la presuposición que encierra todas las contradicciones y tensiones y con esto al menos las atenua. Con esto, las nuevas innovaciones espirituales posibilitan la puesta en práctica de los grandes principios de la eclesiología del Concilio Vaticano II en la vida cotidiana del mundo de hoy.

4.6 Nuevas formas de clericalismo

Si consideramos los cinco elementos estructurales mencionados que, al parecer, son comunes a loas diversas nuevas comunidades espirituales, es posible notar en todo caso cómo se delinea una nueva forma de clericalismo no sólo de carácter institucional o ideológico: primaria y fundamentalmente está acompańado por la espiritualidad y la experiencia de la fe, tiende al anuncio del Evangelio, es comunidad amplia en muchos sectores, es hermandad concreta, está dirigida a las necesidades del mundo y de la nueva relación entre laicos y el clero. Propiamente en este sentido surge una nueva forma por muchos buscada de "clericalismo" verdadero que otorgue espacio a la multiplicidad de los carismas y de los servicios y haga posible un enriquecimiento mutuo. En tal sentido, los movimientos espirituales y la comunidad no reivindican un derecho absolutista: ellos están unidos por el conocimiento de ser una chispa en el fuego del Espíritu Santo donada a la Iglesia de hoy. Los movimientos espirituales han buscado siempre el contacto con la Iglesia institucional. La fidelidad a la Iglesia local es para ellos un elemento importante. Es sin duda también un signo de catolicidad y de la abertura de la Iglesia, el hecho de que las nuevas comunidades espirituales y los nuevos movimientos laicos se hallen en el interior de la Iglesia y sean reconocidas por ésta (ver sobre todo AA 21 y CL en que se mencionan los criterios del clericalismo para la formación de grupos de laicos).

5. Problemas y dificultades en los nuevos movimientos religiosos

Los nuevos movimientos espirituales no son estáticos, sino que se hallan en continua evolución. En tal sentido es necesario exponer brevemente sus peligros (ver además M. Tigges. loc. cit. 295 y siguientes).

5.1 Unilateralidad espiritual

Aquel que organiza con firmeza y decisión su propia existencia y actividad cotidiana sobre la base del ordenamiento de vida de los nuevos movimientos espirituales, precisamente debe hacerlo con decisión puesto que, en caso contrario, no acaecerá una renovación profunda de su vida. Pero toda orientación específica puede a la larga terminar por obscurecer su visión con respecto a otro tipo de experiencias. Por tanto, me parece necesario que las nuevas innovaciones espirituales estén conscientes de los peligros de la exageración y de la unilateralidad. En consecuencia, es objetivamente necesario tomar en cuenta posibles desviaciones por caminos incorrectos. Una protección contra tales peligros es ofrecida por la abertura hacia otras experiencias, por el intercambio de experiencias a nivel mundial y por contactos con otros movimientos espirituales. Tal complementariedad protege del excesivo carácter elitístico que puede constituir un gran peligro profundamente escondido para la espiritualidad humana.

5.2 Derecho de manifestar las propias posiciones

Ha sido ya dicho que los nuevos movimientos espirituales realizan la Iglesia. En tal sentido ellos pueden ser considerados una "Iglesia en pequeńo", pero precisamente por esto, ellos no pueden aislarse en la autosuficiencia y retirarse ante las grandes tareas de la Iglesia. Ellos no deben considerarse Iglesia, en caso contrario, llegan a ser prácticamente una especie de secta que corre el peligro de juzgar a todos los que se encuentran fuera y reivindicar un derecho de exclusividad que puede conducir a la intolerancia y a la soberbia. Tales comunidades pierden inmediatamente contacto con la Iglesia en términos concretos, es decir, con la parroquia local, con la diócesis y con la Iglesia en el mundo. La permanencia concreta en la Iglesia es un criterio importante.

5.3 Huída para refugiarse en la intimidad de los grupos pequeńos

Existe también el peligro de que los nuevos movimientos espirituales se conviertan en lugares de refugio en lo cuales se reunen preferentemente aquellos que buscan justificadamente seguridad y al mismo tiempo huyen para refugiarse en la intimidad de los grupos pequeńos. Ellos evitan así los múltiples contrastes, la problemática y los desafíos de la vida cotidiana moderna. Es ciertamente legítimo que los individuos en estas comunidades hallen temporal o permanentemente protección ante la tensión que provienen de tales contrastes. Pero ésta no debe ser la principal característica de la comunidad. Las comunidades espirituales no deben convertirse en escondites para aquellos que no están capacitados para enfrentar estos contrastes. Ellos merecen protección y cercanía, pero también tienen necesidad de apoyo e incentivo. En caso contrario, los movimientos espirituales y las comunidades intensivas llegan a ser refugios problemáticos para aquellos que se encierran en su propio mundo y, a fin de cuentas, no llevan a cabo la tarea de dar un testimonio de vida cristiana.

5.4 Mezcla entre los deseos renovadores del hombre y los impulsos del Espíritu

Aquel que entra en contacto con el "espíritu de los tiempos", con una sensibilidad e intensidad propias de muchos nuevos movimientos espirituales, debe crear bases sólidas para poder alcanzar la necesaria diferenciación de los espíritus. La fuerte abertura hacia el exterior y el llamado a realizar en la vida de todos los día el mensaje de Jesús pueden conducir a la acción por el gusto de la acción. Sin embargo, un peligro mayor aún sería mezclar los propios deseos de reforma con los impulsos del Espíritu. En este caso surge la necesidad de hacer que nuevamente la doctrina y la praxis de la "diferenciación de los espíritus" llegue a ser un punto clave de la anunciación eclesiástica y de la vida eclesiástica, propiamente en consideración a la misión confiada a los laicos en un mundo siempre más complejo y ambivalente para la fe (ver la toma de posición de la Conferencia Episcopal alemana sobre los puntos fundamentales del sínodo episcopal de 1987, 3.3; ver también la relación introductoria del obispo Karl Laehmann con ocasión de la asamblea general otońal de 1997 en Fulda "Guardias, cuánto dura todavía la noche?" sobre la tarea de la Iglesia con respecto al orden alterado en la sociedad y en el estado, capítulo 1).

Para un enfrentamiento positivo con éstos y otros peligros y dificultades, los nuevos movimientos y comunidades espirituales quedan vinculados a un clima de benevolencia y estímulo en el interior de la comunidad de la Iglesia, sobre todo de parte del clero.

6. Promoción y coordinación del Apostolado de los laicos a través del Consejo Papal para los laicos

El Consejo Papal para los laicos forma parte de la Curia Romana. Con la Constitución Apostólica "Regimini Eccleasiae Universae" del 15 de agosto de 1967, el Papa Pablo VI realizó las reformas de la Curia pedidas por el Concilio, las cuales fueron completadas mediante procesos de reformas sucesivas. No obstante la denominación de "Consejo", el Pontificium Consilium Pro Laicis, considerando las tareas y objetivos, debe ser comparado más bien a una Congregación.

El artículo 131 de la Constitución Apostólica "Pastor Bonus" sobre la Curia Romana dice: "El Consejo es competente para aquellas cuestiones que conciernen la promoción y la coordinación del apostolado de los laicos y en general, aquellas cuestiones que atańen la vida cristiana de los laicos en cuanto tales, tareas confiadas a éste de parte de la cátedra de San Pedro." (AAS 80, 1988, 894). Tales principios superan las posibilidades reales de este organismo; éstos representan para el Consejo de los laicos, seguramente, un continuo desafío e impulso para nuevas iniciativas.

En el ámbito de esta relación se puede hablar sólo sumariamente de algunas tareas centrales y de algunas iniciativas del Consejo de los laicos; de modo particular se toma en consideración el período de tiempo a partir del 1990 (ver también "Laicos Hoy", Servicio de Información del Consejo Papal para los laicos, 18, 1996).

El Consejo Papal para los laicos tiene la tarea primaria de apoyar al Papa en el ejercicio de su ministerio pastoral (ver Pastor Bonus, artículo 1). Para tal tarea el Consejo de los laicos se ha guiado en ańos anteriores sobre todo por la Carta Apostólica postsinodal "Christifideles Laici" y por la catequesis y alocuciones sobre los laicos que Juan Pablo II ha sostenido en Roma o en sus viajes apostólicos.

Un ulterior punto clave está constituido por las relaciones entre el Consejo de los laicos y las varias Iglesias y conferencias episcopales. Para muchos obispos la Carta Apostólica postsinodal CL ha sido una ayuda y una guía para resolver nuevas cuestiones y situaciones vinculadas con el seguimiento de los laicos. En ańos anteriores el Consejo de los laicos ha registrado un crecimiento notable de delegaciones de obispos que han consultado este organismo con ocasión de sus visitas "ad limina". También el número de visitas personales de obispos al Consejo papal para los laicos ha aumentado. Los temas más discutidos en estos encuentros han sido: la formación de los laicos, la relación entre movimientos eclesiásticos y obispos y sus incorporación en la vida de la Iglesia local; servicios y cargos no vinculados al sacerdocio que pueden ser transferidos a los laicos, la participación de los laicos en el mundo, la participación de la mujer y la pastoral de los jóvenes. El enlace con las conferencias episcopales se realiza sobre todo a través de las comisiones para el apostolado de los laicos.

Un ulterior punto clave consiste en el seguimiento de los consejos laicos nacionales. El Consejo Papal para los laicos ha recogido y evaluado diversas experiencias y elaboró en 1995 un documento acerca de los criterios de diferenciación y sobre el estatuto de los consejos laicos nacionales. Este fue publicado en el número 38 de la revista "Laicos Hoy" con el título: "Consejos nacionales de Laicos. Criterios y modelos". Este organismo tenía la intención de alentar de esa manera la formación de tales consejos a nivel regional y nacional como lugares de verdadera comunión, participación y colaboración de las diversas estructuras laicas.

En este último período, en relación con la asociación de laicos (ver CL 29), el trabajo del Consejo Papal para los laicos se concentra mayormente sobre el análisis de las nuevas reformas comunitarias y sobre la responsabilidad con respecto a su reconocimiento e inclusión en el derecho canónico (ver también Pastor Bonus, artículo 135, AAS 80, 1988, 895). Estos reconocimientos fueron siempre precedidos por análisis positivas de los prelados en cuyas diócesis los movimientos en cuestión tienen una sede y por discusiones con obispos y expertos de derecho canónico. Las numerosas solicitudes de las nuevas asociaciones para obtener un reconocimiento canónico han empujado al Consejo de los laicos a definir una vía procesal para las solicitudes y verificaciones; el Consejo de los laicos ha dedicado una atención particular al análisis de estatutos y a la elaboración de decretos para el reconocimiento de las asociaciones como personas jurídicas. En lo relativo al derecho canónico se trata sobre todo de los criterios de diferenciación para asociaciones de derecho público y privado, de la pertenencia de cristianos de otras confesiones a asociaciones laicas católicas y de la estructura de derecho canónico de las asociaciones laicas cuyos miembros viven radicalmente según los principios evangélicos.

En el ámbito de una creciente pluralidad de asociaciones, el Consejo Papal para los laicos es consultado frecuentemente a fin de que dé un parecer acerca de la creación de organizaciones laicas que estén vinculadas con la espiritualidad, la vida y la actividad de comunidades religiosas. Junto con la renovación de algunas así llamadas órdenes terceristas, han surgido numerosos movimientos, confraternidades y comunidades laicas que han sido anexadas de maneras diversas a familias de órdenes y al carisma de los fundadores respectivos. Durante los encuentros y las asambleas, el Consejo de los laicos ha reforzado siempre el significado primordial del testimonio de la comunidad religiosa y de la necesaria identidad laica de la asociación a ella vinculada. La comunidad religiosa y la asociación laica no deben mezclar sus modelos de vida, sino alentar una comunión fuerte y sincera y colaborar en su misión. Para clarificar y promover las relaciones recíprocas, el Consejo Papal para los laicos, en colaboración con la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, ya en la fase preparatoria del sínodo episcopal acerca de la vida consagrada a Dios, había organizado un encuentro entre los prelados generales y los responsables de las asociaciones laicas. Las actas fueron publicadas bajo el título: "Ramos de una única vid" en Documentos, núm. 28 (1994).

El Consejo Papal para los laicos está en contacto con más de 120 asociaciones laicas internacionales. La promoción del reconocimiento recíproco, de la colaboración y de la comunión entre las diversas asociaciones representa un desafío particular en la coordinación eclesiástica mundial del apostolado laico. En tal sentido, la colaboración con asociaciones, movimientos y grupos juveniles católicos cumple también un papel importante. En ańos anteriores, una parte considerable del trabajo del Consejo de los laicos se ha concentrado en la preparación, organización y realización de encuentros juveniles internacionales y de jornadas mundiales de los jóvenes a los anteriores vinculadas: Tschenstochau (agosto 1991), Denver (agosto 1993) y Manila (enero 1995). A éstos se han agregado el importante encuentro europeo de los jóvenes en Loreto (septiembre de 1995) y la realización del Jornada mundial de los jóvenes en París (agosto de 1997). Estas manifestaciones han contribuido de manera decisiva a reavivar la pastoral juvenil a nivel local y universal. El hecho de que los miembros de movimientos y asociaciones se encuentren con un gran número de jóvenes provenientes de las varias Iglesias ha creado un creciente vínculo misionario; sin embargo, al mismo tiempo, uno se debe preguntar con actitud crítica hasta qué punto estas grandes manifestaciones puedan ser transferidas a la vida cotidiana de la comunidad eclesiástica (ver también K. Nientiedt, Una nueva generación. La XII Jornada mundial de los jóvenes en París, en: Herderkorrespondenz 10/1997, 500-505).

Actualmente el Consejo Papal para los laicos está organizando un encuentro mundial de movimientos eclesiásticos que tendrá lugar en Roma del 26 al 29 de mayo de 1998. Tal manifestación desea ser un lugar de encuentro, amistad y oración. El objetivo es de profundizar teológicamente la realidad de los movimientos y esto tendrá que ser también un evento eclesiástico que impulse la colaboración entre los movimientos en el ámbito de la nueva evangelización. (ver "Laicos Hoy", Servicio de Información del Consejo Papal para los laicos, 20, 1997, págs. 5-6).

7. Conclusión: Renovación espiritual como tarea permanente de todos los cristianos

Los diversos movimientos de cambio espiritual y movimientos de renovación constituyen hoy en día una perturbación saludable al orden tradicional. Sin embargo, en la práctica, es difícil que las instancias institucionales elaboren e integren completamente los impulsos espirituales. Es por tanto legítimo y necesario que estos varios aspectos de intensa vida cristiana puedan desarrollarse en el interior de la Iglesia, pero no necesariamente en las estructuras ya existentes.

El Espíritu Santo, que garantiza la comunión especial entre la Iglesia y su Seńor, dona al mismo tiempo unidad y multiplicidad. Además, concede mucho más libertad a la acción del Espíritu, de formas de vida y de conocimiento de lo que nosotros concederíamos a nosotros mismos. En todo caso, esta multiplicidad fomenta una nueva forma de unidad. Esta no consiste en la abolición de la pluralidad, sino al contrario, en un libre crecimiento en unidad, como lo dijo Pablo en la Primera Carta los Corintios. Para esta acción conjunta es importante hacer consciencia sobre el hecho de que la renovación espiritual debe ser considerada una tarea constante de todos los cristianos, y de que ésta se realice con convicción (ver CL 18 y sig., en particular el núm. 24, conferencia sobre los carismas). La conferencia de hoy sólo parcial y reducidamente ha presentado las nuevas formas de comunidades de vida espiritual y su significado para el servicio de la Iglesia de hoy. Espero que esta relación haya podido aclarar un poco más que las nuevas innovaciones espirituales, no obstante las múltiples diferencias con respecto al origen particular de cada uno, al aspecto exterior, al campo de acción y planteamiento de objetivos, en general coinciden profundamente: la participación responsable en la misión de la Iglesia, el anuncio del Evangelio de Cristo como fuente de esperanza para el hombre y para la renovación de la sociedad (ver CL, 29).

Con la Carta Apostólica "Tertio Millenio Adveniente", Juan Pablo II ha llamado a todos los cristianos para que se preparen para el 2000, ańo del Jubileo. El ańo 1998, ańo segundo de la fase preparatoria, de manera especial está consagrado al Espíritu Santo. Para Juan Pablo, el Espíritu es también para nuestros tiempos la fuerza fundamental de la nueva evangelización. Una gran tarea de preparación para el ańo del Jubileo es la de descubrir nuevamente la presencia y la acción del Espíritu (ver. TM, 45).

Para el cumplimiento de esta tarea, que concierne a todo el pueblo de Dios, desearía contribuir dándoles finalmente a conocer las palabras de Karl Rahner, que con agrado las considero su "testamento espiritual". En el escrito "La Iglesia como lugar de misión del Espíritu", Rahner dice:

"Solo aquél que con la Iglesia y autonómicamente,
humilde y decididamente,
obedientemente y consciente de su responsabilidad,
ora y trabaja,
y está unido al pasado y al futuro de la Iglesia,
solo aquél crea espacio,
para que en él actúe el tempestuoso Espíritu de Dios
eternamente viejo y eternamente joven,
que renueva la faz de su propia alma,
se sirve de él,
para cambiar el mundo."

(Escritos sobre Teología, tomo VII, 187, Einsiedeln/Zürich/Koln, segunda edición, 1971; publicado por primera vez en Geist und leben, 29 (1956), 97)

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Dirk Grothues

ES MEDJUGORJE UN MOVIMIENTO ESPIRITUAL EN EL AMBITO DE LA IGLESIA?

Con la palabra MEDJUGORJE se quiere dar a entender mucho más que un lugar en Herzegovina que lleva este nombre. Se piensa en un movimiento que tal nombre hizo surgir a consecuencia de los testimonios de algunos nińos, los cuales revelan que la Virgen, la Madre de Dios, la Madre de Jesús, se les habría aparecido por primera vez el 24 de junio de 1981 y continúa haciéndolo hasta ahora. Tal movimiento puede ser descrito en sus elementos más importantes de la siguiente manera: se trata ante todo de un MOVIMIENTO DE PEREGRINOS. A este lugar de peregrinación han acudido hasta ahora millones de personas de todas partes del mundo. Otra característica de Medjugorje es que se trata de un MOVIMIENTO DE PAZ, que actúa desde el interior hacia el exterior. En ese lugar, las personas experimentan en los propios corazones el don de la paz y están dispuestos a transmitir esta paz a los demás, en el propio ambiente de vida: en la pareja y en la familia, a los vecinos y a la propia comunidad, en el propio ambiente de trabajo y en la política. Además de la propia experiencia de reconciliación y paz, los motiva el nombre con el cual la Virgen se presentó a los videntes: Yo soy la Reina de la Paz. En tercer lugar, Medjugorje puede ser también definido como un MOVIMIENTO DE RENOVACION, que renueva duraderamente la vida del individuo, de los grupos y comunidades. Un gran número de personas han vivido en Medjugorje profundas experiencias religiosas: curaciones físicas y espirituales, conversiones, renovación de la oración y de la fe, impulsos para un ayuno saludable, liberación de dependencias. El resultado más evidente de tal renovación son los grupos de oración fundados por los peregrinos después de haber regresado de Medjugorje a sus respectivas comunidades parroquiales. Tales grupos se reunen regularmente, una vez por semana habitualmente, para orar y adorar, para rezar el Rosario y las laudes, para leer la Sagrada Escritura y intercambiar ideas sobre el Evangelio y la vida cristiana. Finalmente, Medjugorje es también un MOVIMIENTO DE AYUDA HUMANITARIA como no los hay en el mundo. Esto se hizo particularmente evidente cuando inició la guerra en los Balcanes que se propagó a Bosnia-Herzegovina. Millones de peregrinos, que habían recibido en Medjugorje dones espirituales, retribuyeron con ayuda material: alimentos, ropa, medicinas y otros bienes auxiliares, dinero y participando en el padrinazgo de nińos huérfanos y víctimas de guerra.

En este esbozo hemos descrito globalmente lo que se entiende cuando se habla de Medjugorje como un movimiento. Es necesario también subrayar que este movimiento se nutre de los mensajes que la Virgen ha estado dirigiendo al mundo, semanalmente, a partir del 1 de marzo de 1984 hasta el 8 de enero de 1987, y los 25 de cada mes, desde entonces hasta ahora, a través de la vidente Marija Pavlovic. Generalmente se trata de pocas frases que impulsan a concretizar los cinco mensajes originarios fundamentales, es decir: fe y conversión, oración, ayuno y paz.

La doble pregunta que nos ponemos a partir de este momento es la siguiente: el movimiento que surge de Medjugorje, żes un movimiento espiritual?żse da dentro de la Iglesia? Para comprender mejor esta pregunta es necesario hacer otras consideraciones.

Después de examinar el esquema presentado del movimiento de Medjugorje, se podría decir: es evidente que se trata de un movimiento religioso. El peregrinar, orar, ayunar, promover la paz y ayudar a los necesitados son cosas que hablan por sí solas. Sin embargo, con todo esto, aún no nos es claro que tal movimiento merezca el atributo de "espiritual". El término "espiritual" en el verdadero sentido de la palabra significa que el Espíritu Santo de Dios es la fuerza motriz principal de un movimiento; esto es algo que no se puede dar por descontado. Algunas personas van en peregrinación a lugares donde hay más superstición que fe. Orar y ayunar pueden ser hechos de una manera farisaica, sin ser inspirados por el Espíritu de Dios. Las iniciativas a favor de la paz son promovidas también por aquellos que simplemente están hartos de la guerra. El amor por el prójimo existe también entre los filántropos que no necesariamente creen en Dios. Lo mismo es aplicable a la pregunta de que si acaso es Medjugorje un movimiento al interior de la Iglesia. También en este caso, a primera vista, parece que así fuera: se celebra la liturgia según los nuevos principios del culto religioso, se administran los sacramentos según las normas prescritas; las homilías se basan en la Sagrada Escritura y en la fe de la Iglesia. En el transcurso de estos ańos, Medjugorje ha sido visitado por más de veinte millones de católicos creyentes, varios miles de sacerdotes y más de 200 obispos, los cuales se han pronunciado positivamente. Algunos han acudido hasta con la bendición expresa del Papa. Sin embargo, surge siempre la sospecha de que Medjugorje podría ser vinculado a una secta. El obispo de Mostar ha acusado a los franciscanos vinculados a Medjugorje, de manipulación y desobediencia. No existe hasta ahora un reconocimiento de la Iglesia en el sentido de una declaración de autenticidad con respecto a las apariciones y a los mensajes. Las declaraciones oficiales suenan más bien contrarias. El 14 de septiembre de 1996, el cardenal Kuharic dijo en una entrevista: "La Conferencia Episcopal se rige aún por el juicio expresado sobre Medjugorje antes de la guerra. Sobre la base de las investigaciones realizadas en el curso de tres ańos, se ha llegado a la conclusión de que en Medjugorje no hay apariciones sobrenaturales". (Gebesaktion Maria. Königin des Friedens, Viena, No. 43, pág. 13).

I. Es Medjugorje un movimiento espiritual?

Para encontrar una respuesta válida y aceptable es necesario interrogarse ante todo acerca de su origen. Sin duda el movimiento de Medjugorje tuvo su inicio el 24 de junio de 1981, cuando la Virgen se apareció por primera vez a algunos nińos en Podbrdo, una colina a los pies del monte Crnica; después de esa aparición siguieron otras en los días siguientes en el mismo lugar. Con ocasión de la segunda aparición, el 25 de junio, se produjo el primes contacto verbal entre la aparición y el grupo de los seis videntes: Vicka Ivankovic (16), Mirjana Dragicevic (16), Marija Pavlovic (16), Ivanka Ivankovic (15), Ivan Dragicevic (16) y Jakov Colo (10). La noticia de las apariciones se propagaron con extrema rapidez, causó la venida de grandes masas de personas, lo que llamó la atención de las autoridades eclesiásticas locales y del gobierno comunista de ese entonces.

Para analizar la cuestión de si el origen del movimiento de Medjugorje es espiritual, es decir, si es consecuencia del Espíritu de Dios, es necesario examinar en primer lugar si acaso existen explicaciones naturales para este fenómeno. En caso contrario, es necesario analizar si son demostrables las cualidades positivas que la Iglesia considera determinantes en la doctrina de la distinción de los espíritus. Con respecto a las explicaciones naturales de los fenómenos de apariciones y mensajes de tal índole, hay que tomar en consideración las enfermedades psíquicas, sugestiones, alucinaciones causadas por estupefacientes, y finalmente, las manipulaciones. Todas estas posibilidades fueron tomadas seriamente en consideración. Recuerdo que el Padre Jozo Zovko, que había regresado sólo el 27 de junio después de haber asistido a unos ejercicios espirituales, y su capellán, el Padre Zrinko Cuvalo pensaron en primer lugar sobre los efectos causados por el uso de estupefacientes. El Padre Jozo inmediatamente después de su regreso comenzó a interrogar a cada nińo. Existen las registraciones en cinta de tales coloquios. La sospecha de que se hubiera hecho uso de estupefacientes demostró ser infundada. En vez de eso, el Padre Jozo comenzó a sospechar de que se podía tratar de una manipulación comunista que estaba utilizando a los jóvenes para dańarlo y ridiculizarlo. El mismo día, los videntes fueron llevados por funcionarios del SUP (Ministerio federal del Interior) a Citluk, donde fueron interrogados y sometidos a exámenes médicos. El resultado fue el siguiente: los jóvenes estaban sanos y no se encontraron rastros de estupefacientes. Quiero mencionar también los exámenes realizados por un grupo de médicos franceses de Montpellier durante una aparición. También en este caso no surgieron elementos de algún tipo que hicieran pensar en enfermedades físicas o psíquicas. Al contrario, los médicos notaron todos los síntomas de un verdadero éxtasis durante la cual los videntes permanecen insensibles a estímulos sensoriales y tienen totalmente dirigida su atención a "otro mundo". Finalmente, recuerdo la escrupulosa investigación médica realizada por especialistas a pedido de la comisión de investigación eclesiástica. También en este caso no surgieron signos de ningún tipo de enfermedad. En relación a todos estos exámenes médicos existe la documentación pertinente y publicaciones. Por tanto, es necesario descartar la manipulación, es decir, el engańo y la mentira como origen del movimiento de Medjugorje. Los nińos no hicieron una broma de mal gusto. Además, los comunistas no manipularon a los nińos para ridiculizar al Padre Jozo, y no se trata ni siquiera de una manipulación de los franciscanos para atraer las simpatías del cielo en su conflicto con el obispo de Mostar. En lo relativo a la continuación de las apariciones y de los mensajes, es necesario ocuparse todavía de este argumento en manera particular porque fue presentado por una personalidad insigne, el obispo Pavao Zanic, y hasta ahora no ha sido retractado por su sucesor, el obispo Ratko Peric. Regresaré a esto en la segunda parte en la que hablaré del carácter eclesiástico de Medjugorje. Ante todo preguntémonos si son demostrables aquellos aspectos positivos que la Iglesia exige de las apariciones verdaderas y de los mensajes proféticos en su doctrina de la diferenciación de los espíritus.

Como dice Jesús en Mt 7,20, los profetas verdaderos y falsos se reconocen por sus frutos. El mismo criterio juega un papel importante para el juicio acerca de la apariciones y sus mensajes. Recuerdo de manera especial a este respecto las palabras que me dijo el cardenal Kuharic en el 1983. En esa ocasión, tuve la oportunidad de preguntar su opinión sobre Medjugorje durante una audiencia privada. El respondió sin vacilar: Si aplico el criterio bíblico de los frutos, Medjugorje es auténtico. También el arzobispo de Split, Dr. Frane Franic, dijo una vez: La renovación religiosa que proviene de Medjugorje en tres ańos ha tenido más efecto de lo que nosotros hemos podido hacer en 40 ańos con nuestra guía espiritual. Tales juicios han sido confirmados y reforzados por el desarrollo en los ańos siguientes. Medjugorje produce frutos en todo el mundo. Muchos han encontrado la propia vocación espiritual gracias a Medjugorje. Catorce testimonios han sido publicados por Jörg Müller en el libro "Gracias María". En Medjugorje han surgido nuevas comunidades religiosas tales como el "Oasis de la Paz" y la "Reina de la Paz". Otras comunidades han recibido y continúan recibiendo de parte de Medjugorje estímulos espirituales para su vida y actividad. Una de éstas es la comunidad terapéutica de Sor Elvira, el Cenáculo, lugar donde se curan los adictos y alcohólicos. Otra es la "Comunidad de las Bienaventuranzas". Muchas otras comunidades religiosas antiguas y nuevas han pedido a la oficina parroquial de Medjugorje si es posible obtener un terreno y fundar una filial. Esto es de notable importancia y también significativo para nuestra pregunta, porque las comunidades religiosas tienen un sentido espiritual particularmente desarrollado. Además de innumerables conversiones, hay centenares de testimonios de curaciones inexplicables. En Medjugorje han surgido muchos carismas. Han nacido también grupos de oración que se han estado reuniendo regularmente desde hace muchos ańos. La participación en las celebraciones religiosas dominicales y de días de trabajo es superior al promedio de otras comunidades católicas. Los peregrinos resaltan siempre la hospitalidad de la población local. Muchos parroquianos dan su testimonio de su propia fe con discreción. Esto se aplica particularmente a la vida y al testimonio de los videntes. Ya en ocasión de mi visita en 1983, me había preguntado, sorprendido, cómo ellos pueden sobrellevar la multitud de peregrinos que muchas veces se entrometen en la esfera privada de sus hogares. Desde hace de más dieciséis ańos, ellos están en el centro del interés mundial, reciben invitaciones de países lejanos para dar explicaciones públicas, y, a pesar de todo esto, ellos han continuado a ser sencillos y naturales. Ellos no tienen ningún interés en aprovechar su reputación y servicio para obtener ganancias materiales. Al contrario, se consideran a sí mismos testimonios de la Virgen y procuran vivir según sus mensajes. A propósito de los mensajes: además de los 150 mensajes aproximadamente que la Virgen daba los jueves, se han agregado los mensajes mensuales que los ha estado dando desde hace más de once ańos, es decir, prácticamente el mismo número. Los 300 mensajes aproximadamente han sido difundidos por todo el mundo y traducidos en muchos idiomas. En cuanto a la evaluación de los mensajes, para la Iglesia es importante que ellos concuerden con la Sagrada Escritura y con la doctrina de la Iglesia. También para el carácter religioso de los mensajes, juega un papel de primaria importancia el sentido de la fe de los creyentes que viven los mensajes y las experiencias espirituales que tienen gracias a éstos. Es interesante enterarse de los resultados de un trabajo de diploma en la Universidad de Viena. Según lo que declara el renombrado teólogo pastoral Paul Zulehner, los mensajes pertenecen enteramente a la tradición bíblica. Estoy convencido de que el testimonio de los fieles y un acucioso examen teólogico llevan al mismo resultado, es decir, que en cuanto a los mensajes, se trata de una verdadera profecía. Para decirlo en otras palabras, ellos son de origen espiritual y tienen un carácter eclesiástico. Con esto quiero decir que su cumplimiento de los mensajes no conduce a los fieles fuera de la Iglesia sino de manera más profunda a ella.

Se saldría del marco de este informe si se tuviera que dar una fundamentación detallada de esta convicción. En vez, me gustaría referirme a una observación que ustedes mismos pueden verificar: los mensajes de la Virgen no toman posición con respecto a los eventos de competencia del estado o de la Iglesia. No hay mensajes que, en relación con la guerra del Golfo o de los Balcanes, hayan dado la razón a una u a otra de las partes en conflicto. No hay mensajes en los cuales se evalúan, juzgan o favorecen movimientos y grupos de la Iglesia. La Virgen no toma posición sobre la cuestión de si dar la comunión en la mano o en la boca. También en el conflicto decenal entre los franciscanos en Herzegovina y los obispos de Mostar no hay alguna toma de posición en los mensajes públicos. Acerca de los mensajes privados relativos a esta circunstancia retornaremos en la segunda parte. Muchos fieles, que creen en los mensajes marianos de Medjugorje, han evidenciado su falta de actualidad. Algunos piensan: la Virgen debería hablar claramente sobre eso. Según mi opinión, en esta reserva Suya se halla una claro criterio de autenticidad. Según mi convicción, se hace evidente en este caso el respeto de la Virgen con respecto a las autoridades laicas y religiosas mundiales nombradas por Dios. Si Ella tomara posición favoreciendo a un grupo religioso u otro en conflicto, surgiría fácilmente la sospecha de que los mensajes están siendo influidos por una de las partes. La Madre de Dios se presentó como la Reina de la Paz y su deseo es la reconciliación. Por tanto, son suficientes los temas bíblicos centrales como la oración y la fe, la conversión y el ayuno. Estos no sirven de ninguna manera para tomar posiciones en favor de una parte o adjudicar culpas, sino como una camino a seguir para llegar a la paz y a la reconciliación con Dios y con los hombres. En manera particular, según mi opininión, se manifiesta por medio de esa reserva, el respeto de la Virgen por la dignidad y la libertad del hombre, como por ejemplo se evidencia en el mensaje del 25 de noviembre de 1987, en el que se dice: "Queridos hijos, ustedes saben que Yo los amo inmensamente y que los quiero a cada uno de ustedes para mí. Pero Dios les ha dado a todos la libertad, que Yo respeto con amor y ante la cual me someto con humildad." No he encontrado todavía a un psicólogo que me pueda explicar como tales palabras puedan ser pronunciadas por una joven mujer que ha crecido en las representaciones bien conocidas de la devoción mariana eclesiástica: la Virgen se somete con humildad ante nuestra libertad y la respeta con amor! Para mí es claro: palabras de tal índole pueden ser solamente dichas por Ella. Sobre la base de estas reflexiones concluyo: el movimiento de Medjugorje es en su origen y en su desarrollo un movimiento espiritual. Es más de una mera obra humana. Proviene del Cielo. Su fuerza motriz es la actividad del Espíritu de Dios, que permite que la Madre de Jesús, como Reina de la Paz, se aparezca y hable al mundo.

II. Es Medjugorje un movimiento al interior de la Iglesia?

Hemos establecido que el movimiento de Medjugorje en su origen es de índole espiritual. En consecuencia se puede concluir: entonces en su origen también debe ser eclesiástico. Ciertamente el Espíritu Santo, gracias al cual nuestra actividad cotidiana llega a ser espiritual, es el alma, el principio de vida más íntimo de la Iglesia. La principal expresión de vida de la Iglesia es la celebración de los Sacramentos. Esto se aplica a Medjugorje de una manera especial. El punto central absoluto de la vida de la parroquia, como también de los peregrinos, es la celebración eucarística. Con respecto al sacramento de confesión, Medjugorje es denominado justamente el confesionario más grande del mundo. Los miembros de la parroquia, los videntes, los franciscanos, todos ellos son católicos creyentes y bautizados, pertenecen a la Iglesia, son la Iglesia. Por tanto, también el movimiento que ha generado es un movimiento en la Iglesia. El teólogo pastoral vienés, Zulehner, ya mencionado, fue de visita a Medjugorje hace diez ańos con 40 estudiantes de teología. El ha resumido así sus impresiones: Medjugorje es para mí como un noviciado para la Iglesia. Un lugar en que se enseńan los aspectos fundamentales de la vida eclesiástica. La Iglesia presenta dos aspectos. Es una Iglesia oficial con una estructura jerárquica y es también el pueblo de Dios, los laicos. Estos tienen sus carismas particulares, están animados por el Espíritu Santo, "el cual reparte a cada uno según quiere" (1 Co 12,11). Lo mismo dice el apóstol Pablo en Ef 2,20: "Ustedes son la casa, cuyas bases son los apóstoles y los profetas". A la Iglesia, por tanto, pertenecen sin duda la estructura jerárquica (es decir: diáconos, sacerdotes, obispos y el Papa como obispo de Roma), pero también los profetas (Es decir: hombres y mujeres llenos del Espíritu, y también nińos). En los Hechos de los Apóstoles se dice: "..., derramaré mi Espíritu sobre todos los mortales; sus hijos y sus hijas profetizarán; y los jóvenes tendrán visiones, ... (He 2,17). La regla debería ser de que los que ejercen cargos y los carismáticos, los sacerdotes y los profetas, la Iglesia oficial y la Iglesia del pueblo, colaboren en armonía. Pero eso no sucede siempre. Frecuentemente hay tensiones y conflictos. También puede suceder que ambas partes en conflicto estén equivocadas. La historia de la Iglesia ofrece numerosos ejemplos al respecto. La Iglesia oficial - en los casos en que no se cuestiona su infalibilidad - puede equivocarse y cerrarse ante los verdaderos profetas y sus profecías. Por ejemplo, la Iglesia oficial envió a la hoguera a Juana de Orleans pensando que era una herética, hasta que se dio cuenta de que se trataba de una santa y actuaba en nombre de Dios. La historia de muchas órdenes y de muchas comunidades en la Iglesia muestra que sus fundadores, animados por el Espíritu mismo, han encontrado una fuerte resistencia de parte de la Iglesia oficial antes de ser reconocidos definitivamente. En la actividad conjunta de la oficialidad y el carisma, de los que ocupan cargos y los profetas, ambas partes han recibido de Dios tareas y dones particulares. Los profetas que se sienten llamados y movidos directamente por el Espíritu de Dios deben defender su misión y, si es necesario, obedecer más a Dios que a la jerarquía eclesiástica, cuando quiere cerrarles la boca - situación comparable a los Apóstoles ante el Sinedrio (ver He 4,18 - 20). Cuántas dificultades y hostilidades, por ejemplo, tuvo que soportar Bernadette Soubirous de parte de la Iglesia, antes de que su misión fuera reconocida después de muchos ańos de sospechas. Cuánta incompresión y desconfianza tuvieron que soportar los nińos de Fátima, antes de que la Iglesia decidiera reconocer la autenticidad de las apariciones y de los mensajes.

Por otra parte, la Iglesia oficial tiene la tarea de comprobar si los profetas y profecías provienen de Dios, ya que seguramente hay también falsos profetas y profecías.

En lo relativo al movimiento de Medjugorje, en estos momentos, nos hallamos frente al mismo tipo de conflicto al interior de la Iglesia. Los videntes están en conocimiento de haber sido llamados a ponerse al servicio de Dios, y testimonian acerca de sus experiencias religiosas y de sus encuentros con la Virgen. Los padres espirituales oficiales de Medjugorje han efectuado exámenes y han llegado a la convicción de que se tratan de apariciones y mensajes verdaderos generados por el Espíritu de Dios. En el servicio apostólico de Medjugorje mismo, se hallan en armonía los cargos oficiales ( = los sacerdotes y los padres espirituales de la comunidad) y el carisma profético ( = los videntes). El conflicto tiene lugar sólo a niveles jerárquicos más elevados: entre la comunidad de Medjugorje y el movimiento de Medjugorje a nivel mundial por un lado y el obispo de Mostar y la mayor parte de los componentes de la Conferencia Episcopal por el otro. El conflicto se hace manifiesto claramente en la ya citada entrevista al cardenal Franjo Kuharic, en la que sostiene: "La Conferencia Episcopal todavía se rige aún por el juicio expresado sobre Medjugorje antes de la guerra. Sobre la base de investigaciones efectuadas en el curso de tres ańos, se ha llegado a la conclusión de que en Medjugorje no hay apariciones sobrenaturales".

Examinemos más atentamente esta afirmación. En el 1996, la Conferencia Episcopal se atiene aún al juicio expresado en la declaración de Zadar del 11 de abril de 1991. Tal juicio fue emitido en ese entonces sobre la base de investigaciones que la comisión nombrada con esa finalidad en el ańo 1986, había conducido por un período de tres ańos, es decir, entre el 1987 y el 1990. Con esto se reconoce indirectamente que los primeros seis ańos y los seis ańos siguientes a partir del 1991, durante los cuales no pudieron ser realizadas investigaciones por causa de la guerra imperante, no fueron tomados en consideración. En estos doce ańos no considerados, el fenómeno de Medjugorje gozó de una vitalidad evidente. En los ańos de la guerra hubo una resonancia increíble que resultó en una ayuda conspicua proveniente de todo el mundo en favor de Bosnia-Herzegovina, de parte de grupos y peregrinos motivados por Medjugorje. No obstante la guerra, que llegó hasta los límites Medjugorje, el lugar de las apariciones quedó intacto como un oasis de la paz. Todo esto, puede pasar inobservado? Durante la atmósfera de la guerra emotivamente rica en odio y hostilidad, de Medjugorje, de la boca de la vidente Vicka salieron palabras como: Nosotros debemos amar también a los Serbios, nuestros enemigos! Todo esto, żes explicable naturalmente? Quien conoce bien los numerosos esfuerzos hechos para sondear el fenómeno Medjugorje, queda sorprendido por el juicio - por decirlo así - superficial de la Conferencia Episcopal según el cual en Medjugorje no acaecen apariciones sobrenaturales. Cómo se justifica el hecho de que, después de una serie de visitas médicas, los videntes resultaron ser normales y psíquicamente sanos? Cómo se justifica el hecho de que los nińos, como ha sido demostrado por los análisis científicos conducidos por el profesor Joyeux, durante sus visiones se hallaban en un estado de verdadero éxtasis que no se puede simular o reproducir artificialmente? Cómo se justifican las curaciones que, sobre la base de las informaciones de los médicos, no puede ser explicadas por la ciencia médica? Y eso que aún no hemos hablado de las innumerables conversiones y de las experiencia espirituales que han hecho cristianos creyentes de personas ateas y alejadas de la Iglesia.

Con esto no se quiere atribuir una falta de sentido de responsabilidad a la Conferencia Episcopal. Pero, żcómo se explica la escarsa precisión de sus investigaciones? Yo puedo suministrar la explicación siguiente: claramente el obispo de Mostar quiso dar su propia explicación personal del fenómeno de Medjugorje a la mayoría de sus colegas de modo que ellos acataran su evaluación o se abstuvieran de expresar un juicio. Y esto fue para ellos tanto más fácil en cuanto él mezcló el fenómeno de Medjugorje con el "caso Herzegovina" en el cual los obispos están en contra de los franciscanos. Si el fenómeno de Medjugorje ya está claro, como lo afirmó el obispo Zanic el 30 de octubre de 1984 hablando de los eventos de Medjugorje y posteriormente en una declaración del 9 de febrero de 1990 - no obstante la invitación de Roma a "abstenerse" - żqué hay más para analizar? Entonces ya no es importante tomar en cuenta los millones de peregrinos que afluyen a Medjugorje. Es posible, en ese caso, no tener presente sus experiencias, conversiones y curaciones diciendo que también esto existe en otros lugares. Entonces se puede también de dejar de considerar el sentido de la fe de los creyentes que el Papa Pio II valoró sobremanera, de tal modo que autorizó la definición del dogma de la Asunción de María al Reino del Cielo sólo después de haber preguntado a todos los obispos de la Iglesia mundial lo que pensaban los creyentes de su diócesis acerca de esto. Según esta manera de pensar, dado que el fenómeno Medjugorje ha sido clarificado suficientemente, se pueden evitar indagaciones ulteriores. Entonces un obispo, como sucedió realmente, puede responder a la pregunta de un periodista de este modo: no me interesa lo que piensan 12 millones de peregrinos. Para mí es decisivo lo que dicen 20 obispos croatas.

Si en esta ocasión nos estamos ocupando de la cuestión de si acaso Medjugorje es o no un movimiento al interior de la Iglesia, no podemos dejar de ocuparnos y confrontarnos más a fondo con la opinión del obispo Pavao Zanic, tanto más que tal opinión ha sido compartida por su sucesor Ratko Peric de manera evidente y por otros obispos croatas, o por lo menos, ha sido tolerada. El obispo de Mostar está convencido de que Medjugorje no es un movimiento eclesiástico, sino al contrario, un movimiento en contra de la Iglesia. En consecuencia, quiere dar a entender que con sus exteriorizaciones desea proteger a la Iglesia. En las conclusiones de su declaración del 30 de octubre de 1984, él escribe que en él "ya ha madurado la certeza moral que, con respecto a los eventos de Medjugorje, se trata de un caso de alucinación colectiva". Tal evento sería utilizado hábilmente por un grupo de franciscanos. Su objetivo sería el de acaparar para sí la verdad y la razón en la cuestión de la subdivisión de las parroquias ("el caso Herzegovina") y de no dar la razón al obispo. El considera al Padre Tomislav Vlasic como el mayor culpable. En su última declaración del 9 de febrero de 1990, dice: "Vicka Ivankovic es 'la vidente principal' de los primeros ańos, y a través de ella, el creador de Medjugorje, FR. Tomislav Vlasic, dio inicio a las más grande mentira sobre Medjugorje". También Marija Pavlovic es para él "sólo un juguete en las manos de Vlasic" y el obispo concluye afirmando: "Por tanto, Fr. Vlasic ha manipulado a los videntes". En los primeros tiempos, el obispo Zanic había creído en las apariciones. Había declarado públicamente: "Los nińos no mienten". En su declaración del 1984, él admite haber pensado a su persona: "Si no se ha podido resolver el caso escandaloso 'Herzegovina' por medio de las vías humanas, entonces Dios quizás ha querido enviar a la Virgen para empujar a los desobedientes a regresar a la obediencia y al amor debidos a la Iglesia". Pero, żqué cosa influyó en su improviso cambio de actitud? A partir de este momento, un papel significativo lo empieza a jugar el caso de los dos franciscanos Ivica Vego e Ivan Prusina. El obispo Zanic había suspendido a los dos capellanes por desobediencia, y ellos habían sido expulsados de la orden a causa de su insistencia. En tal circunstancia, la Virgen, al parecer, cuando se le consultó, habría dicho que el obispo había actuado precipitadamente. Los dos no habrían sido culpables. A partir de ese momento, así parece, el obispo llegó a ser un enemigo acérrimo de Medjugorje. En la declaración del 1984, él escribe: "los ataques de la Virgen contra el obispo y la defensa de los ex sacerdotes franciscanos son la más grande demostración en contra de la autenticidad de las apariciones". Su razonamiento se puede resumir así: una Virgen que critica a un obispo no puede ser la verdadera Virgen. Hagamos dos consideraciones: la historia de la Iglesia ofrece varios ejemplos de casos en los cuales los profetas han criticado a los altos cargos de la Iglesia y más aún, a los cargos máximos. Por ejemplo, lo que las santas mujeres profetas Brígida de Suecia y Catarina de Siena, según mandato de Dios, comunicaron al Papa Gregorio XI para empujarlo a regresar de Avignon a Roma, supera grandemente las críticas y advertencias dirigidas al obispo Zanic. Aquí, es necesario hacer notar que los franciscanos y los videntes se comportaron muy discretamente y que sus comunicaciones personales no fueron jamás publicadas. Al contrario, éstas fueron dadas a conocer por el obispo Zanic en persona. Esto seguramente porque él pensaba que éstas serían la prueba más clara de la no autenticidad de las apariciones. Cuan convincente sea esta argumentación, lo pueden comprobar ustedes por sí solos. Una segunda cosa: en la cuestión de los dos padres Vego y Prusina, Roma dio un juicio digno de darse a conocer: ellos sufrieron una injusticia. Fueron expulsados sin haber sido sometidos a los procedimientos debidos. Esto acaso, no sería casi similar a lo que la Virgen habría dicho: que el obispo había actuado precipitadamente?

Condenando el movimiento de Medjugorje, el obispo de Mostar piensa que debe proteger así a la Iglesia. Ante sus ojos, en realidad, se trata de un movimiento en contra de la Iglesia. El escribe: "El más grande peligro reside en el hecho de que toda esta gran agitación emotiva sobre Medjugorje, antes o después reventará como un balón o una burbuja de jabón". Entonces surgiría una gran desilusión y la autoridad de la Iglesia se vería desacreditada. Pero hasta ahora el balón de Medjugorje no ha reventado, aún más, se hace cada vez más grande, y el movimiento de Medjugorje produce frutos espirituales en todo el mundo y no para dańar, sino, por el contrario, para bendecir a la Iglesia.

Lo que al inicio de esta disertación estaba bajo un punto de interrogación: Es Medjugorje un movimiento espiritual al interior de la Iglesia? - ahora podemos con razón marcarlo con un punto esclamativo: MEDJUGORJE ES UN MOVIMIENTO ESPIRITUAL AL INTERIOR DE LA IGLESIA!

III. Qué es necesario hacer con urgencia!

Un principio clásico de la doctrina social es el principio de subsidiariedad, según el cual los tareas y los conflictos deben ser resueltos primeramente a un nivel más bajo. Apenas se establece que el nivel inferior se halla bajo presión, a este punto, debe acudir en ayuda el nivel inmediatamente superior. Eso sucedió en el caso de Medjugorje. Cuando se supo que la comisión investigadora episcopal de Mostar no estaba en condiciones de cumplir con la tarea encomendada, por orden de Roma, la Conferencia Episcopal yugoslava tenía la tarea de ocuparse del caso. Mientras tanto, surgió clarísimamente que también la Conferencia Episcopal se hallaba en dificultades. Basta observar el comentario explicativo del cardenal Kuharic en la ya citada entrevista del 1996, en la que se dice: "La Conferencia Episcopal aún por el juicio expresado sobre Medjugorje antes de la guerra". Pareciera que, presumiblemente, se quisiera revisar tal juicio. Pero, de qué manera, cómo?, si la comisión investigadora no trabaja en lo absoluto de manera seria. Independientemente del hecho de que no pueda o no quiera hacerlo, en este caso urgente que concierne a toda la Iglesia, según el principio de subsidiariedad, se debe acudir a la máxima y última instancia. A partir de este punto, son llamados en causa la Congregación para la doctrina de la fe romana y el Papa. Es necesario crear una comisión neutral e independiente de teólogos y expertos que ponga todo sobre el tapete y lo analize. Una comisión que proceda según este principio: audiatur et altera pars! Ambas partes deben ser escuchadas, ambas partes deben ser tomadas en serio. Sea los representantes y sostenedores del movimiento de Medjugorje como sus adversarios.

La urgencia de la intervención de la instancia máxima y última de la Iglesia se explica mediante un evento interesante que sucedió en el 1983. El jesuita esloveno Grafenauer quería hacerse una propia opinión sobre Medjugorje. Fue a visitar al obispo Zanic de Mostar, permaneció tres días, dialogó con él y escuchó 20 audiocassettes que el obispo había registrado durante sus coloquios con los jóvenes videntes. Después de esto, el caso de Medjugorje no ofrecía dudas para él. El material parecía demostrar que Medjugorje no podía ser auténtico. Cuando, presionado por el obispo, acudió personalmente a Medjugorje, donde conoció y habló con los videntes, los parroquianos y también con el párroco, Padre Tomislav Vlasic, él cambió completamente la propia opinión y se convenció de la autenticidad de las apariciones. Este ejemplo muestra muy claramente que ambas partes disponen de una fuerte argumentación. Yo mismo admito que no habría jamás tenido interés por Medjugorje si hubiera conocido sólo los documentos del obispo Zanic. En ellos son citadas declaraciones de la Virgen nuy discutibles y se dan a conocer contradicciones y cosas insulsas en las declaraciones de los videntes, que no pueden ser fácilmente explicables. Por ejemplo, queda abierta la cuestión de si acaso Vicka Ivankovic tenga un diario o no. No obstante éste y otros problemas, comparto lo que dicen los teólogos René Laurentin y Hans Urtz von Balthasar, es decir, que éstos no tienen importancia comparados con los signos verídicos. Fr. Ljudevit Rupcic, en su libro "La verdad sobre Medjugorje", escribió acerca de cosas que son de gran ayuda y claridad. Se trata de una respuesta a las declaraciones del ańo 1990 emitidas por el obispo. En lo que se refiere a determinadas palabras de la Virgen transmitidas por los videntes, es necesario leer también lo que escriben los padres espirituales responsables de Medjugorje en una publicación del 1986, la que revela una gran competencia teológica. La atención está puesta sobre posibles fuentes de error y se advierte que hay que tener cuidado con introducir preguntas tendenciosas guiadas por intereses personales en el proceso de la aparición. En conclusión, para una análisis de las apariciones y de los mensajes, es necesario considerar lo escrito por Karl Rahener en su libro "Visiones y profecías" (Tyrolia Verlag, Innsbruck 1952). Me refiero sobre todo a la diferenciación que hace entre visiones místicas, que conciernen a individuos, y visiones proféticas que son significativas para la Iglesia y para el mundo, argumentos por los cuales él pone en duda el concepto de las "revelaciones privadas". Además, es importante hacer notar lo que él escribe con palabras e imágenes acerca de la participación de la psiquis en la transformación de las visiones y locuciones recibidas.

El caso Grafenauer muestra que hay pocas posibilidades de éxito si los partidarios y opositores de Medjugorje se sientan en torno de la misma mesa para clarificar el caso. Cada uno tiene la propia argumentación y desde hace ya tiempo ha elegido su propia opción. Cada uno está convencido de hallarse de la parte de la verdad. Este es un motivo más para que la máxima autoridad eclesiástica intervenga en Medjugorje.

Para la evaluación de las apariciones y de los mensajes, como dice la teología romana, existen tres formulaciones clásicas: 1. constat de non supernaturalitate, 2. constat de supernaturalitate y 3. non constat de supernaturalitate. Para los no expertos, es difícil interpretar la tercera de estas formulaciones. Infatti, el juicio "non constat de supernaturalitate", en los títulos de los periódicos fue publicado así: no hay nada de sobrenatural en Medjugorje! Este juicio de Zadar deja abierto el caso de Medjugorje: no ha sido establecido si los eventos de Medjugorje tengan un carácter sobrenatural. Se puede pensar, con una actitud condescendiente, que los periodistas se confundan en su actividad diaria frenética, sobre todo si los comunicados de prensa del obispo de Mostar vienen tergiversados. A pesar de todo, sorprende el hecho de que un cardenal se haya confundido de tal manera, lo que se aparece documentado en la entrevista del 14 de septiembre de 1996, publicada en la revista vienesa "Medjugorje". Acaso esto nos habla de una actitud negativa adoptada por adelantado?

Regresemos nuevamente al problema que nos interesa: el obispo Pavao Zanic sostiene que los franciscanos han mezclado el "caso Herzegovina" con el fenómeno de Medjugorje. El P. Tomislav Vlasic, al contrario, sostiene de haberse esforzado para no gravar las apariciones de Medjugorje con el "caso Herzegovina". Me pregunto: no sería acaso factible que la Reina de la Paz con su llamado a la conversión y a la reconciliación haya tenido en mente también el "caso Herzegovina"? Después que Marija Pavlovic vio la Virgen el 26 de junio de 1981 mientras en lágrimas pronunciaba de pie ante la cruz: Paz, paz, ustedes deben buscar la paz!, muchos se preguntaron: qué cosa habrá querido decir? Nosotros tenemos la paz! Cierto, no había guerra. Pero no había paz en la Iglesia de Herzegovina. Existía, y aún existe, el "caso Herzegovina". Y esto agota mucho la Iglesia y obstaculiza sus esfuerzos para llevar la paz al mundo más de lo que se piensa. La Virgen no se ha referido directamente a este argumento. Una vez la Virgen le dijo a Marija Pavlovic: "La paz deberá reinar nuevamente en el mundo", en este sentido, a la Iglesia le espera un papel de capital importancia. Según la declaración del Concilio Vaticano II, ésta es "al mismo tiempo sacramento, es decir, el signo y el instrumento para la más profunda unión con Dios y para la unidad de toda la humanidad". Sin embargo, la Iglesia no puede ser un instrumento para la reconciliación y la paz en las manos de Dios si ésta se halla desunida en su interior y si en ella misma no hay paz ni unidad. Por tanto, es necesario otorgar la máxima prioridad a la reunificación de todos los cristianos, así lo ha dicho Papa Juan Pablo II en su escrito apostólico TERTIO MILLENIO ADVENIENTE a propósito del paso al nuevo milenio. Sólo la cristiandad oficial puede evangelizar al mundo de modo que ésta pueda creer en Cristo (Jn 17,21: Que todos sean uno ... así el mundo creerá ...) Del mismo modo el Papa desea con urgencia que haya una colaboración entre las grandes religiones del mundo, que en diversas oportunidades estuvieron en conflicto, dando al mundo un testimonio en antítesis con la paz. Pero, cómo puede la Iglesia, y éste es el problema, ser influyente si no está unida en su interior? Desde este punto de vista es comprensible el hecho de que la Virgen haya dicho en un mensaje privado posterior, transmitido por Vicka, que la fractura al interior de la Iglesia de Herzegovina sea una gran verguenza. Ciertamente existen también otros conflictos al interior de la Iglesia que necesitan ser superados, porque obscurecen la credibilidad de los esfuerzos en favor de la paz y de la reconciliación, pero este "caso Herzegovina", al límite entre la ortodoxia y el Islam, es sin duda algo especialmente significativo. Si la Reina de la Paz presenta interés para que este conflicto también se solucione y no lo posterga en último lugar, entonces su iniciativa coincidiría exactamente con la línea del Papa: partiendo de una Iglesia en sí unida, pasando por la reunificación de todos los cristianos se arriba a una nueva evangelización, de una armonía entre las grandes religiones a la paz entre los pueblos, a la paz en el mundo. Citamos la Virgen una vez más: la paz debe reinar nuevamente en el mundo. Si el movimiento de Medjugorje por la paz está en sintonía con las directivas del pontificado de Juan Pablo II, esto es una demostración ulterior del hecho de que tal movimiento es espiritual y de que se desarrolla al interior de la Iglesia; he aquí un nuevo argumento para que la Iglesia se ocupe de este problema al más alto nivel.

Qué es necesario hacer? Hasta ahora hemos hablado sobre todo de lo que debería hacer Roma. En conclusión, una palabra acerca de lo que nosotros y todos los demás que se han comprometido con el movimiento de Medjugorje podemos hacer. Por una parte, cada uno, en lo posible, debe procurar vivir los mensajes que la Reina de la Paz está poniendo con paciencia e incansablemente en nuestro corazón. Por otra parte, en todos los centros de Medjugorje y en los grupos de oración debemos cuidar de que el mensaje originario no sea alterado u obscurecido. Medjugorje no es un devoto movimiento de oración cualquiera: su programa no es simplemente una misión popular cualquiera, como de cuando en cuando sucede en nuestras comunidades. Orar hace bien, ayunar hace bien, leer la Sagrada Escritura hace bien. Pero si no comprendemos que en el centro de esta religiosidad personal se hallan la paz y la reconciliación, entonces no habremos comprendido correctamente la esencia del mensaje de Medjugorje. Seguramente se trata también de "salva tu propia alma". Sin embargo, para Medjugorje es de importancia fundamental el mensaje bíblico: se trata de Dios, de la unidad de su pueblo, de la paz en la tierra, de la salvación del mundo.

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Fra Ivan Dugandzic

MEDJUGORJE Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

1. El contexto eclesiástico y circunstancial de Medjugorje

Medjugorje, o bien aquello que se sobreentiende cuando se cita el nombre de esta pequeńa parroquia en Herzegovina, ya tiene 17 ańos de existencia impetuosa y, ante todo, de historia sin precedente. ˇQuién hubiera podido prever hace 17 ańos que las declaraciones de algunos nińos que sostenían haber visto a la Virgen, alcanzarían las áreas más distantes del mundo y que la parroquia de Medjugorje se transformaría en uno de los Santuarios mas particulares y en un movimiento espiritual tan vivo, ante el cual nadie puede permanecer indiferente! La experiencia del grupo de nińos en el Podbordo en Bijakovici, seguida por numerosos mensajes y por sus obstinados testimonios han superado ya hace tiempo la parroquia, la iglesia local, llegando a ser un fenómeno espiritual de proporciones mundiales. Hoy en día, los nińos han crecido, en su mayoría han formado ya una familia. Una pequeńa parroquia ha llegado a ser el punto de encuentro de millones de peregrinos provenientes de todo el mundo. Hay muchos que sostienen haber encontrado o haber despertado una fe desde hace ya tiempo adormecida. Muchos han vuelto a descubrir el valor del Sacramento de la Reconciliación, la profundidad y la belleza de la celebración de la Eucaristía y de estar atentos a la Palabra de Dios. Otros, dan testimonios acerca de curaciones físicas que la medicina no puede explicar. Inspirados y alentados por los eventos de Medjugorje han surgido, ya sea en la misma parroquia o lejos de ésta, numerosos grupos de oración e incluso comunidades religiosas totalmente nuevas. Al mismo tiempo, el camino hacia la vida sacerdotal ha sido emprendido por muchos jóvenes, los cuales sostienen haber recibido precisamente en Medjugorje el germen de su vocación.

Si consideramos todo esto como los buenos frutos de Medjugorje, entonces se ha cumplido la palabra del sabio Gamaliel, según dice que, la obra de Jesús no puede ser destruida (ver He 5,39). El hecho es que desde el principio los videntes y sus padres, y los propios sacerdotes de la parroquia han estado expuestos a las presiones y a las amenazas de las autoridades que deseaban sofocarlo todo. Pero ellos, a pesar del riesgo de ser perseguidos no cedieron. Al comienzo, el obispo estuvo conforme con los eventos, pero sucesivamente y en modo incomprensible asumió una actitud desfavorable. La Conferencia Episcopal, más por las presiones de la opinión pública, que por un deseo auténtico de verificar que tal Espíritu estuviera obrando en Medjugorje, ha intentado mediar aceptando Medjugorje como Santuario y, al mismo tiempo, poniendo en evidencia la necesidad de analizar ulteriormente el fenómeno. Esta actitud del obispo sería lógica sólo si nos basáramos en la suposición de que en el estado actual de los acontecimientos, no sea posible dar un juicio, ya sea positivo, ni tanto menos negativo porque si hubieran tenido verdaderas motivaciones, al menos este último hubiera sido expresado inmediatamente. Las declaraciones posteriores de cada uno de los miembros de la Conferencia Episcopal han provocado confusión y por tanto, se podía pensar de que en Medjugorje no sucedía nada de sobrenatural. Como consecuencia, Medjugorje ha atraído un gran número de laicos cristianos, pero no jerárquicos, y los medios de comunicación proponen continuamente el problema del reconocimiento oficial de parte de la Iglesia. Es necesario decir que este asunto es frecuentemente propuesto por aquellos que no saben casi nada, ni de la naturaleza de estos eventos, ni de como la Iglesia debe de considerarlos. En este momento, este es el contexto eclesiástico en que se desarrollan los acontecimientos de Medjugorje.

Para poder comprender el significado y el extraordinario alcance de estos acontecimientos, es igualmente importante el contexto del momento en el que se verifican. Cuando las apariciones tuvieron su inicio ya existía el indicio del fin de una dictadura comunista atea, casi secular que dentro de poco tiempo tendría que cumplirse. Este ha sido uno de los mas grandes desafíos para la humanidad contemporánea, no solo porque se había despedazado la ilusión de una sociedad feliz y sin clases, y de la igualdad de todos los hombres, pero sobre todo por causa de la condición espiritual de centenares de miles de personas que durante generaciones habían sido educadas sin Dios y sin verdaderos valores espirituales. Por otro lado, aquella parte de la humanidad que se hallaba fuera del alcance del comunismo fue atrapada a partir de la segunda mitad de este siglo, por una oleada de hedonismo nunca antes visto, que en la propagación de la droga y del sexualismo sin tabúes y sin limites ha traído frutos letales para todo el genero humano amenazando también la continuación de su existencia. Este es el contexto circunstancial dentro del cual tienen lugar los eventos de Medjugorje y estos son los signos que nos ponen en guardia... Jesús había advertido a sus contemporáneos sobre el hecho de como era importante reconocer los signos de los tiempos (ver Mt 16,3). Como línea de principios, después del Concilio Vaticano II (Gaudium et Spes n. 4), la Iglesia actual desde su más alta jerarquía hacen esto también pero, al parecer, dentro de la Iglesia han sido pocas las personas que han acogido seriamente esta advertencia. Pero los hombres mas intuitivos han reconocido en Medjugorje la respuesta de Dios a las necesidades y a las dificultades de nuestros tiempos. Esto lo confirman numerosos teólogos, sacerdotes y obispos que no han tenido temor, al reconocer esta obra de Dios, de rendir abiertamente un testimonio, algunos también con estudios y libros profundos.

Por tanto, no debemos considerar Medjugorje aisladamente como una isla en donde podemos refugiarnos huyendo de un mundo que ya no podemos soportar, ni buscar un substituto para la Iglesia que está desorientada en el mundo de hoy, a fines del siglo veinte. Por el contrario, Medjugorje acontece propiamente en medio del mundo contemporáneo que tiene necesidad de Dios para tener un futuro. Sucede en una Iglesia que será alejada de su confusión ante los enormes desafíos contemporáneos y que en ella se revivirá el espíritu de sus orígenes. Parece que el significado profundo de los eventos de Medjugorje no son incluir otro movimiento más en la Iglesia, junto con muchos otros, sino mas bien, promover la Iglesia así como es, a fin de que en el mundo de hoy día se reconozca su misión y se acepte su propia responsabilidad con respecto al futuro del mundo, que por varios motivos está siendo objeto de discusión. Naturalmente, solo aquel que comprende que del insignificante Nazaret pudo venir algo bueno (ver Jn 1,46) y que Dios actúa siempre por medio de los pequeńos y de los insignificantes puede reaccionar de este modo.

2. Los movimientos espirituales en la Iglesia y en Medjugorje

La Iglesia de Jesús desde el principio ha tenido conocimiento del hecho de que su existencia requiere de la obra del Espíritu Santo, prometido por El y luego enviado por Aquel (ver Lc 24,49; He 1,4;2,1; Jn 14,16; 16,7-14). Esto es valido no solo para la comunidad primitiva de Jerusalén, quién recibió la promesa de Jesús, sino para todos los demás. Así Pablo recuerda a los Gálatas que "empezaron por el Espíritu" (G·l 3,3) e invita a los Tesalonisenses a "no apagar el Espíritu" (1 Tes 5,19). Cuando a los cristianos en Roma los invitan a "no seguir la corriente del mundo en que vivimos", mas bien a que "se transformen por la renovación de su mente y así sabrán ver cual es la voluntad de Dios" (Rom 12,2). Pablo, además, propone al Espíritu Santo como una fuerza renovadora que a partir del bautismo los cristianos ya poseen (ver Rom 8,9). Esta no es la salvación definitiva, completa, pero son solo los primeros frutos del Espíritu, que permiten al cristiano, junto con todo lo creado, de sufrir los dolores del parto por los cuales se debe pasar todavía (Rom 8,23-27).

Sobre esto, en el transcurso de los siglos, la Iglesia ha fundamentado la consciencia de si misma como una "Iglesia que debe renovarse siempre" ("Ecclesia semper reformanda"). El Espíritu Santo en varias Épocas, siempre ha encontrado modos nuevos que permiten la expresión en formas modernas de este don interior y de esta vida. "El discurso acerca de la Iglesia que debe renovarse continuamente en los siglos ha marcado profundamente la historia de la Iglesia. Se han manifestado siempre movimientos internos, los cuales han procurado vivir profundamente el Evangelio, como por ejemplo, las comunidades religiosas fundadas por Benedicto de Nurcia, Bernardo de Clairvaux, Francisco de Asís e Ignacio de Loyola."1 Es necesario reconocer que estas ordenes apenas nombradas y muchas otras, en sus tiempos marcaron una inmensa Renovación de la Iglesia. Su carisma ha brillado durante siglos y han dejado una huella profunda en la vida espiritual de la Iglesia y del mundo. Por tanto, el concepto mismo de "heredero de Cristo" en la enseńanza espiritual y en la teología ha estado limitado solamente a la clase religiosa y esto seguramente no corresponde al espíritu del Nuevo Testamento. El Nuevo Testamento no reconoce una moral doble, o sea, el camino de los mandamientos para algunos solamente y para los otros las grandes exigencias que la Herencia conlleva. Hay un solo ideal en común en la vida cristiana y es el de heredar a Jesucristo. Eso tiene que ver con toda la Iglesia, dondequiera y en cualquier momento. La segunda cosa es que este ideal puede ser realizado de varias maneras.

El Concilio Vaticano II ha intentado corregir todo esto, resaltando la dignidad, la importancia y la misión de los laicos cristianos en el mundo de hoy. En la constitución dogmática de la Iglesia se lee: "Por esto los laicos, debido a que son consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, son llamados e instruidos para que en ellos se realicen los frutos más abundantes del Espíritu" (LG n. 34). El Concilio ha confirmado de esta manera aquello que había sucedido para aquel entonces en la Iglesia y al mismo tiempo ha dado un impulso ulterior a nuevos eventos. Junto con los movimientos de laicos ya existentes, como los de los Focolarini, Cursillos, Opus Dei, Comunión y Liberación, Encuentros Matrimoniales (Marriage Encounter), después del Concilio han surgido otras formas de renovación en el Espíritu, ya sea que se trate de renovación individual o de grupos sociales diversos mediante la renovación y el despertar de la gracia de los sacramentos, o sea que se trate de la renovación de la comunidad parroquial. Todos estos movimientos son un intento colectivo de poner en práctica formas de espiritualidad adaptadas a nuestra Época, "espiritualidad como impulso a la Renovación de las ideas y de la voluntad humanas sobre la base del Espíritu evangélico, unido a la aspiración de una experiencia de fe en la comunidad, lo que abre nuevos caminos a la oración, a la palabra de Dios y a los sacramentos." 2

Por lo tanto, podemos decir que así vienen identificadas las coordenadas dentro de las cuales es fácil colocar a Medjugorje como un fenómeno espiritual particular de nuestros tiempos. Desde el principio en Medjugorje se ha creado una espiritualidad laica acentuada, porque los videntes son laicos y sus mensajes repercuten, sobre todo entre los cristianos laicos, exhortándolos a renovarse cada vez más en el espíritu evangélico, a abrirse a la oración, a la Palabra de Dios y a los sacramentos. Desde el comienzo en el centro de la iglesia de Medjugorje se encuentra la Eucaristía, el anuncio de la Palabra de Dios, el Sacramento de la Penitencia y la Oración, pero todo esto se vive de una forma nueva y poderosa. En este sentido Medjugorje no puede ser incluido en ningún movimiento espiritual conocido, pero, al mismo tiempo, se trata de un movimiento que contribuye significativamente a la renovación de la Iglesia en todo el mundo. La espiritualidad de Medjugorje no es un movimiento espiritual en la Iglesia, mas bien es la Iglesia en movimiento, porque ésta es igualmente interesante y atrayente tanto para el creyente laico, como para el teólogo más culto, y para numerosos sacerdotes, obispos y cardenales. Si se relacionan los elementos esenciales ya citados de la espiritualidad de Medjugorje, parece ser que la mejor forma de describirlos y definirlos es con lo que hoy en día se sobreentiende por un concepto que se utiliza frecuentemente, El de "Nueva Evangelización".

3. La Nueva Evangelización en Medjugorje

Las primeras comunidades cristianas tenían una extraordinaria conciencia de su propia misión. Al final del Evangelio de Marcos, que es el más antiguo, el Resucitado habla a los discípulos: "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación" (Marcos16,15). Después de haber mencionado brevemente la Ascensión de Jesús al cielo, el evangelista testimonia: "Y los Discípulos salieron a predicar por todas partes con la ayuda del Seńor, el cual confirmaba su mensaje con las seńales que lo acompańaban" (Mc 16,20). Esta seguramente no es solo la confirmación del hecho de que los discípulos hubieran cumplido con la voluntad de Jesús, pero sobre todo es un nuevo estimulo a los lectores del Evangelio a imitarlos siempre. Además, Mateo concluye su Evangelio con esta recomendación, aunque en el espíritu del concepto teológico de su obra, él la ha modificado hasta cierto punto: "ˇVayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos!" Puesto que ésta es una misión para todos los tiempos interminable, de la cual los discípulos no deben temer, agrega una promesa ulterior: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo" (Mateo 28,19 y sig.). Lucas, a la luz de su visión histórica de salvación interpreta esta predicación como un cumplimiento de las escrituras que deben realizarse a partir de Jerusalén. Puesto que, según su visión teológica, el Espíritu Santo es el principal portador de cualquier evento, los discípulos deben permanecer en Jerusalén hasta que El llegue y ellos serán los testigos de esto (ver Lucas 24,45-49). La obra apostólica inicia con el revivir de esta promesa (He 1,4 y sig.) y con la predicación de su cumplimiento en el quincuagésimo día cuando la Buena Nueva repercutió no solo en Jerusalén, pero también entre los representantes de los quince pueblos que se encontraban en Jerusalén (He 2,1-13).

Lucas completa su gran obra, que podemos definir histórica para la primera Iglesia, con la excitante declaración del triunfo del Evangelio en Roma, no obstante de la reclusión de Pablo: "Pablo permaneció dos ańos enteros en una casa que había arrendado y donde recibía a todos aquellos que lo venían a ver, sin que le pusieran trabas. Proclamaba el Reino de Dios con mucha seguridad y enseńaba lo referente a Jesús" (He 28, 30-31). Voluntariamente, Lucas deja abierta esta conclusión para que sea una visión permanente del Evangelio. Pero es necesario decir también que, este recorrido tan rápido y exitoso del Evangelio a través del enorme Imperio romano y la llegada a su centro, Roma, seguramente no sucedió sin resistencias y grandes dificultades. Los cristianos judíos tuvieron dificultad en la reconciliación con la evangelización de Samaria (ver He 8; Jn 4) y con la perseverancia de Pablo en comunicar el Evangelio a los paganos sin interferir con cuanto estaba prescrito por las Leyes (ver G·l. 1-2). Bajo estas condiciones y como si la Obra Prometida del Espíritu Santo no hubiese sido suficiente, Dios se sirvió, además, de intervenciones excepcionales, tales como la visión de Pedro en la casa de Cornelio (He 10). Pero, también de esfuerzos exclusivamente humanos, como el conflicto entre Pablo y Pedro en Antioquía, en el caso de una cuestión muy importante concerniente a la relación entre el Evangelio y la ley de Moisés que, para la Iglesia tenia un significado de extraordinario alcance (G·l. 2,11-14). Igualmente, por medio del encuentro y las conclusiones del Concilio Apostólico en Jerusalén (He 15).

A través de la larga historia de la Iglesia, Dios ha actuado siempre de igual modo. Siempre que la Iglesia se ha debilitado o se ha encontrado ante problemas de difícil solución, Dios ha enviado personas especiales o se ha servido de obras excepcionales. En la mayoría de los casos, se ha servido de las apariciones de la Virgen, entre las cuales es necesario nombrar, entre otras aquellas de Medjugorje. La intención del Papa Juan XXIII con la convocación del Concilio Vaticano II fue encontrar las gracias para anunciar el Evangelio al hombre moderno en una forma adecuada. Los padres del Concilio analizaron minuciosamente la situación del mundo de aquel momento, sus necesidades y esperanzas, pero también las angustias y temores ante el futuro, poniendo en evidencia como el poderoso progreso en todos los campos no había podido resolver las principales interrogantes del hombre relacionadas a su verdadera felicidad y al futuro. Por lo tanto, como consecuencia, nuestra época tiene perspectivas buenas y a la misma vez malas. Según el Concilio, las causas principales de todo esto deben buscarse en la división del corazón humano y en su necesidad insaciable de Dios, necesidad que la Iglesia piensa saciar. (ver GS n. 4-10). No se puede decir que después del Concilio, la Iglesia de todo el mundo no haya tomado un gran impulso hacia la realización de las conclusiones adoptadas, pero, no se han logrado verdaderos frutos. Mientras algunos dicen que no se debe perder la paciencia, recordando que también otros Concilios tuvieron necesidad de mucho tiempo para que se vieran sus frutos, hay espíritus críticos que ponen el dedo en el punto justo. Ellos subrayan que la Iglesia, en esta poderosa renovación conciliar, no ha tomado en cuenta al Espíritu Santo. No Le ha dado la oportunidad, que igual a la comunidad primitiva de los discípulos de Jesús con María, se recogieran en oración para renovar la Iglesia y entregar la esperanza al mundo. El Papa Pablo VI resumió muy bien todo esto en uno de sus sermones: "Después de la Cristología y, en modo particular, después de la EclesiologÍa del Concilio debe aparecer una nueva fase y un nuevo culto al Espíritu Santo como un complemento indispensable a la enseńanza del Concilio" (Audiencia General del 6-7-1973). Yves Congar, uno de los principales teólogos de este siglo, reprocha al Concilio que al desarrollar su propia enseńanza ha olvidado la pneumatologÍa, o sea, la enseńanza relacionada el Espíritu Santo. Inmediatamente explica como esto es posible solo en los lugares y en las circunstancias donde El esté ya obrando: "La pneumatología, igual que la teología y dimensión de la eclesiologÍa puede desarrollarse plenamente solo gracias a que la Iglesia ya la ejecuta y la vive." Y justamente en este campo la teología depende fuertemente de la praxis"3. Así ha sido en los inicios de la Iglesia. La liturgia con la celebración de la Eucaristía y el anuncio de la Palabra de Dios ha sido el "locus theologicus", el lugar en el que se ha realizado la teología del Nuevo Testamento. Me atrevería a decir que Medjugorje ha dado un fuerte impulso a la teología pastoral actual, a fin de que se supere el racionalismo estéril y deje mas lugar a la obra del Espíritu Santo.

La Nueva Evangelización, anunciada y elaborada ya desde hace unos quince ańos en numerosos documentos papales se ha realizado en Medjugorje durante todo este tiempo. Aquí el Evangelio es anunciado con toda la seriedad que es requerida de parte del que lo anuncia y, puesto que millones de oyentes lo han vivido como la Buena Nueva sobre un Dios que ama y perdona, en eso han descubierto un tesoro escondido y han encontrado una perla de gran valor que para comprarla se sacrifica todo lo demás (ver Mt 13,44-46). Si se toman los puntos principales que emergen del Programa de la Nueva Evangelización, ellos coinciden evidentemente con los mensajes de Medjugorje. Compararemos solo los mas importantes:

La Carta Apostólica del Papa Pablo VI "Evangelii Nuntiandi" (8 de diciembre de 1975) pone en evidencia, como un camino principal y decisivo de la Nueva Evangelización, el testimonio de una verdadera vida cristiana, el que presupone un hombre nuevo, posible sólo luego de la conversión y de la transformación interior en el Espíritu del Evangelio. En una misma línea se encuentra la Carta Apostólica del Papa Juan Pablo II, "Catechesi Tradendae" (16 de octubre de 1979), como también el Sínodo Episcopal Extraordinario de 1985. Lo mismo es expresado por los documentos conclusivos del Sínodo Extraordinario para Europa (1991), bajo el titulo significativo de: "Qué seamos testimonios de Cristo, El cual nos ha liberado". Hoy en día no es suficiente predicar solamente el Evangelio, pero son necesarios los testimonios auténticos porque la Iglesia ha perdido, en gran parte, su credibilidad con respecto al hombre contemporáneo. Uno de los obispos, al cual le importa mucho el futuro de la cristiandad en su país y el destino de la Nueva Evangelización nos pone en guardia: "Aquello que la Iglesia tiene para decir puede ser seguramente correcto, ˇpero eso no hace al hombre libre y feliz! 4 En otras palabras, el Evangelio ha perdido su fuerza persuasiva porque los que lo anuncian no son suficientemente libres, ni felices, no son testimonios. La carta apostólica mencionada anteriormente dice que este testimonio de vida cristiana debe ser caracterizado por el "donarse a Dios en la comunidad, que no debe ser eliminada por ningún motivo, y al mismo tiempo donarse al prójimo en un empeńo ilimitado" (Evangelii Nuntiandi, n. 41). Eso no es otra cosa que la rememoración del mandamiento del Amor de Cristo en las condiciones del mundo de hoy, que en Medjugorje está obrando de modo evidente. La espiritualidad de Medjugorje, desde el principio, ha puesto en evidencia un rasgo caritativo, ella sensibiliza a los hombres ante las necesidades del hermano, lo que se ha manifestado en los maravillosos ejemplos de generosidad desinteresada con ocasión de la reciente guerra en Croacia y en Bosnia-Herzegovina.

4. Hacer regresar a Dios a la vida del hombre

Todos los documentos eclesiásticos citados están plenamente conscientes de la verdadera condición del mundo y en modo particular de Europa. Con la destrucción de la ideología atea marxista no ha desaparecido el materialismo practico que caracteriza el modo de vivir de un enorme numero de nuestros contemporáneos. Las rabiosas discusiones de hace un tiempo sobre este argumento, si es que Dios existe o no, han sido sustituidas por un forma de vida indiferente, en el cual los hombres piensan y obran "como si Dios no existiese". Sin embargo, parece que los hombres no han dado las espaldas al Verdadero Dios, pero sí a aquel que la Iglesia anuncia en modo poco convincente. Por lo tanto, aunque el generalizado materialismo practico vive en muchos hombres, la aspiración silenciosa hacia Dios es evidente también, en el surgir de varias sectas y grupos esotéricos de toda índole. El Evangelio, no obstante todo esto, tiene siempre una oportunidad cuando es una verdadera respuesta a las aspiraciones del corazón del hombre, o sea, cuando es anunciado como la Buena Nueva que libera, y eso lo pueden hacer sólo los hombres que viven el Evangelio.

El obispo arriba citado se lamenta porque la predica de numerosos sacerdotes no produce efecto, esto es porque en nuestros corazones no habita el Dios Vivo y, como consecuencia, nuestra palabra no revela ninguna pasión por Dios. Pidiendo excusas por la crudeza de sus palabras, El se pregunta: "żNo es acaso éste el motivo por el cual muchos viven de la Iglesia, pero no realmente en ella, en su verdadero misterio?"5 Hoy día no están bajo discusión solamente verdades particulares o determinados campos de la vida eclesiástica concreta, pero está bajo cuestionamiento Dios mismo, y esto, entre aquellos que deberían indicar a los demás el camino hacia El. He aquí porqué el Sínodo Extraordinario para Europa citado anteriormente sin rodeos, dice: "Europa en su totalidad se encuentra verdaderamente ante el desafío de una nueva decisión con respecto a Dios."6

Si se analizan los mensajes de Medjugorje desde este punto de vista, entonces, no es difícil descubrir una gran coincidencia. A pesar de que al principio estuvieran en primer plano los mensajes de paz, conversión, oración y ayuno, con el pasar del tiempo se ha encontrado con mayor frecuencia al centro de estos mensajes a Dios, y la relación del hombre con El. Este mensaje en infinidad de formas: se han repetido los llamados al hombre a decidirse en favor del Dios que se da a El; a ponerlo en primer lugar en su propia vida, porque Ese es el lugar que Le corresponde, y al mismo tiempo aquello de darle todo a El, sobre todo el peso de la vida; el hombre está llamado a darle gracias a Dios por Sus dones y a celebrarlo en su propia vida. Numerosos mensajes recuerdan que solo en la oración es posible conocer a Dios y en la oración que viene del corazón. Hay otros mensajes que hablan acerca de la revelación de Dios al hombre. Justamente estos debe ser entendidos en el sentido de que el objetivo principal de estos eventos es la revelación de Dios a los hombres: "ˇQueridos hijos! también hoy los invito al camino de la santidad. Oren para que puedan comprender la belleza y la grandeza de este camino en el que Dios se manifiesta a ustedes de manera especial." (25.1.1989.). O bien, de esta otra manera: " ... Por eso, mis queridos hijos, ábranse completamente a mi para que yo pueda llevarlos cada vez más al Amor maravilloso de Dios, el Creador, Quién Se revela a ustedes día a día. Yo estoy al lado de ustedes y deseo revelarles y mostrarles al Dios que los ama." (25.8.1992.). Podríamos decir que Medjugorje es mucho más que un lugar de oración y de conversión. Sobre todo es el lugar en el que Dios desea seńalar que la aspiración del hombre hacia El no es vana y que el camino hacia El es posible, también hoy día, ya que El viene al encuentro del hombre.

5. El papel de la Iglesia local

Al reflexionar sobre como la Nueva Evangelización debería ser específicamente para tener éxito, el famoso teólogo y obispo alemán Carlee Lehmann dice: "En el futuro tendremos necesidad de lugares, grupos, movimientos y comunidades en los cuales puedan reunirse las personas que aman la vida, para aprender juntos y ayudarse mutuamente. Este fortalecimiento de la fe, de la esperanza y del amor es actualmente cada vez más indispensable, ya que la cristiandad se encuentra en una situación de dispersión. Solo así, la fe puede llegar a ser reconocida y manifestarse poderosamente."7 Ya desde hace casi dos décadas Medjugorje es el lugar del que hablamos. Aquí se reúnen personas provenientes de todo el mundo para orar juntos y profundizar su propia fe, creando una comunidad en los numerosos grupos de oración, movimientos y nuevas formas de vida común. Todo esto sería, seguramente, mucho más poderoso y convincente si la situación de la Iglesia local en Herzegovina fuese diferente y si no estuviera dividida. Esta condición actúa sobre muchas personas creando confusión, y por este motivo ellos están dispuestos a poner en duda también a Medjugorje.

Permítanme exponer mi opinión al respecto, que es el resultado de las experiencias, de reflexiones teológicas y de oración de estos 17 ańos en Medjugorje. En todo este tiempo me ha acompańado la Palabra de Jesús referente a "la espada": "No vine a traer la paz, sino la espada" (Mt 10,34). El camino hacia la paz verdadera pasa a través de nuestra decisión por Jesús. Tal decisión no acepta cualquier compromiso. Es aún más importante que el familiar mas estrecho, y que cualquier otro interés. En el camino hacia la verdadera paz con nosotros mismos, con los otros y con Dios, el hombre debe superar numerosas pruebas que Jesús metafóricamente compara con una espada. Esta Palabra de Jesús, żno estará dirigida, quizás, a Medjugorje y a su posición en la Iglesia local?

El hecho es que Medjugorje sucede en una Iglesia, en la cual mucho tiempo antes existía el así llamado "Caso Herzegovina" que había puesto a la prueba la unidad y el amor en esta Iglesia. De este caso resienten por un lado, no sólo la unidad y el amor entre el Obispo y sus sacerdotes y los franciscanos, pero también la misma comunidad franciscana se ha visto afectada. Por tanto, antes del inicio de las apariciones, la Iglesia en Herzegovina estaba dividida en varios niveles. Medjugorje ha sido solo una ocasión más para que brote de nuevo, de la manera mas dolorosa, todo esto. Algunos franciscanos no han venido jamás a Medjugorje. Y no porque después de serias observaciones y estudios hayan llegado a las conclusiones que aquí no haya nada de sobrenatural, sino porque solo allí están algunos de sus hermanos con los cuales no están de acuerdo sobre algunas cosas y, en modo particular, sobre el "Caso Herzegovina". Cuando el obispo Zanic se puso en contra de Medjugorje, estos franciscanos se declararon sus simpatizantes, pero sólo en esto, en la condena y en el rechazo de Medjugorje. El "Caso Herzegovina", como quiera que sea, no se ha movido de su punto muerto, pero más aún, en este momento vive el culmine de su absurdidad en Capljina.

żEs quizás, este también el signo de que la Iglesia en Herzegovina ha tenido suficiente "espada" y que ha llegado el momento para que reine la paz? Los franciscanos que están en Capljina que contrario a la voluntad de sus propios superiores, y de aquellos que los sostienen, constantemente se refieren a razones de justicia: ˇEl Obispo cumple una injusticia con la ayuda del derecho! Esta es la principal argumentación. Pero ésta evidentemente no surte efecto, y la unidad y el amor en la Iglesia, cada vez más, son puestos a prueba y en argumento está la esencia misma de la Iglesia. żQué hacer? El hombre que toma seriamente el Evangelio y se entrega enteramente a El, aunque todas las posibilidades parezcan que se han agotado, le queda todavía una posibilidad, realmente la mas difícil, pero también aquella en la que se funda la verdadera cristiandad, y es la del sacrificio hasta el abandono total. El sacrificio es siempre difícil, sobre todo cuando en El no se ve ninguna dignidad. Así también ha sido el sacrificio de Jesús, pero ha llevado a la victoria más grande, la Resurrección. Un gran numero de franciscanos, que en todos estos ańos han fervorosamente vivido con Medjugorje están maduros para este sacrificio, el cual han sido aceptado por la administración provincial. Debido a la complejidad de las circunstancias, como ya se ha dicho, es necesaria una gran sabiduría de parte de todos los componentes internos responsables en la Iglesia para alentar el crecimiento de la unidad y el amor en la Iglesia de Herzegovina, para que sean un fuerte testimonio en el mundo a favor de Medjugorje y también una contribución a la tan necesaria Nueva Evangelización del mundo.

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1. M. TIGGES, Geistliche Gemenischaften und Bewegungen en: Praktisches lexicon der Spiritualitat, Herder Freiburg-Basel-Wien, 1992, p·g. 473 y sig.

2. Idem, pág. 474 y sig.

3. Y. CONGAR, Der heilige Geist,Herder freiburg-Basel-Wien 1982, pág. 153.

4. Joachim Wanke, Neue Herausforderungen - Blebende Aufgaben. Pastorale Akzente in postsozialistiscer Zeit, Hildesheim 1995, pág. 13.

5. Idem, pág 17

6. Bischofssynde, Sonderversammlung für Europa: Damit wir Zeugen Christi sind, der uns befreit hat en: Verlautbarungen des Apostolischen Stuhls 103, Bonn 1991, pág. 12.

7. Karl Lehmann, Was heisst Neu-Evangelisierung Europas?, en: Internationale katholische Zeitschrift 4/92, pág. 317.